‘Cada día lucho contra las tentaciones’

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Alfredo Encalada, técnico de Aucas.

¿Desde cuándo se convirtió en alguien apegado a la fe?

Desde 1988, cuando estuve en Deportivo Quito. Quise algo diferente en mi vida. Encontrar mi proyecto de vida. A pesar de estar en lo mejor de mi carrera deportiva, sentí un vacío que debía llenar. Me hablaron de Dios, cuando estuve un poco desbocado.

¿Qué religión es?

No es ninguna en particular. Sigo a Jesús como parte principal de mi vida. Soy pastor en una iglesia en Quito desde hace dos años. Me inicié siendo cristiano. Estuve en diferentes denominaciones, pero me preparé por mi cuenta en la parte teológica y de liderazgo, hasta que la comunidad evangélica me dio una congregación.

¿Y las tentaciones?

Todos los días tengo luchas internas, tentaciones, me caigo pero me levanto. Soy creyente en Jesucristo, pero soy un humano común y corriente. Como técnico, los domingos tengo pruebas con los jugadores y debo controlarme. A veces no lo logro, pero asimismo, cada día puedo corregir. La mayor tentación es el sexo, pero hay que saber controlarse.

¿Cuál es el peor pecado del cual se arrepiente?

¡Puchas..! Todos, todos (sonríe). No puedo decir cuál es el peor, pero no me arrepiento de lo que he hecho en mi vida. Son pruebas de Dios para vivir. No se puede pensar solo en el tormento del pasado y en la condenación.

¿Bebe, fuma, dice malas palabras, baila pegadito...?

(Risas) No, no, no... nunca fumé ni fui borracho, fui correcto como futbolista profesional. Quise aprender a fumar a los 15 años, pero no me gustó, quise aprender a tomar pero me hizo daño. Mi vocabulario cambió, porque obviamente me formé con el lenguaje del fútbol. Rara vez insulto. No fui un diablo y ahora soy un ángel, solo guardé un equilibrio.

¿Es tolerante con quien piensa diferente a usted?

Formo parte de una religión, pero respeto a todos. Voy a fiestas y disfruto, pero con límites.

¿Qué películas mira?

Me gustan las cómicas, caricaturas, románticas. No me gustan las películas de violencia ni de terror, no las veo ni a bala.

¿Qué música escucha?

Uy, soy muy romántico. Me gusta Paloma San Basilio, Camilo Sesto, pero sobre todo, la música cristiana de Jesús Adrián Romero. Pero también me gusta bailar con boleros y música salsa.

¿Alguna vez fue infiel?

Uno puede ser infiel solo con el pensamiento. Creo que todo el mundo, en algún momento, fue infiel con la mente, sin necesidad de tener un acto sexual.

¿En su corazón, Liga, Deportivo Quito o Aucas?

Amo a Liga, el Quito es un amor pasional y con Aucas es un agradecimiento eterno.

¿Por qué pidió que se retiraran símbolos religiosos en el estadio de Aucas?

No me gusta la hechicería. Pedí que saquen las pirámides, budas, piedras de cuarzo, etc. No tengo animadversiones contra el catolicismo. Siguen ahí el Divino Niño y la Virgen de la Dolorosa. Respeto el resto de religiones.

¿En algún momento dudó de la religión?

Vi tantas cosas negativas en el mundo, la miseria, la inequidad, la corrupción, el hambre, gente que mata por nada, la guerra. Sí me pregunté: ¿en dónde está Dios? Pero comprendí que el mundo lo maneja el hombre con la voluntad de Dios. Él sabe cómo controla al mundo.

Si no era futbolista y luego entrenador, ¿a qué se hubiera dedicado?

Cuando era un niño quería ser cobrador de bus. Siempre viví en un ambiente de necesidad. Cuando estuve en la escuela iba en los buses y pedía a los choferes que me dejaran ayudarles cobrando los pasajes. Luego, como crecí, pensé en ser arquitecto, pero ya no pude porque entré a jugar en Liga. Finalmente, egresé de economista, pero hoy amo el fútbol. Estoy feliz con lo que soy.

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