El lateral brasileño de FC Barcelona, Dani Alves, se declaró contrario a que David Campayo, el fanático que le arrojó una banana en campo de Villarreal, pueda perder su trabajo por esa agresión.
“Tiene que haber sanción. Pero no creo que un mal se solucione con otro mal. Hay que educar. No es una solución prohibirle el fútbol, dejarlo sin empleo. Porque de repente es un padre que tiene que sostener una familia.S0lo los grandes perdonan”, dijo Alves, entrevistado por Fantastico, de TV Globo.
Villarreal, donde Campayo trabajaba de modo voluntario preparando niños de base, expulsó al fanático de sus registros después de la agresión contra Alves, que se hizo notoria porque el jugador detuvo unos segundos el juego y comió la banana caída al campo, gesto de protesta que provocó adhesión mundial.