En el fútbol, no hay espacio para cometer errores. Los precios por cometerlos son altos: expulsiones innecesarias, pérdidas que duelen, goleadas que afectan duramente.
Todos estos vectores negativos los vivió el sábado por la tarde el Independiente del Valle en su estadio, ante el Deportivo Quito. El elenco chulla, en cambio, capitalizó esas fallas al máximo y logró seis goles, que pudieron ser más si no quitaba el pie del acelerador.
Por esos argumentos, la holgada victoria de 6 a 1 a favor del equipo de la Plaza del Teatro es un fiel reflejo de lo que sucedió en el cuidado césped del estadio Cantonal de Rumiñahui , en Sangolquí.
Pero, ¿cuáles fueron los errores del Independiente?
El principal y que es inédito en el fútbol nacional: sus dos arqueros de oficio, Librado Azcona y Rixon Corozo, fueron expulsados luego de sendas faltas contra el juvenil delantero Marlon de Jesús.
Además de las tarjetas rojas de rigor, estas dos acciones significaron la tercera anotación chulla (penal ejecutado por Julio Maximiliano Bevacqua) y el derrumbe total de la estrategia planificada por Julio Asad.
El técnico argentino tuvo que improvisar en la portería al defensa central Koob Hurtado en reemplazo del impulsivo Corozo, quien lesionó a De Jesús. Este tuvo que ser reemplazado por el argentino Gonzalo Robira.
La torpeza del portero esmeraldeño sucedió a los 56’. A partir de ese momento, el encuentro dejó de tener el trámite intenso de los minutos anteriores y se convirtió en un monólogo chulla, que impuso su partitura bajo la batuta de Santiago Morales, quien manejó los tiempos y los espacios como un director de orquesta consumado.
Con dos hombres menos, un defensa-arquero tratando de atrapar balones como si fueran moscas y la moral por los suelos, el Independiente del Valle fue fácil presa de un equipo más agresivo, lleno de confianza y con más argumentos futbolísticos.
En ese lapso, la Academia logró tres tantos: dos por intermedio de su capitán Luis Fernando Saritama (71’ y 84’) y el último por Michael Jackson Quiñónez, quien desempolvó el misil que tiene en la pierna derecha y logró un gran gol cuando moría el cotejo.
Antes, en el vibrante primer tiempo, el Independiente anotó por obra de José Ayoví (4’) y el Quito logró tres goles por aciertos de Bevacqua (22’ y 42’) y Segundo Alejandro Castillo (31’).
¿El partido deja alguna moraleja? Para los dos lados. Un tirón de orejas y mucha reflexión a los arqueros del Independiente, para que frenen sus impulsos. Para los chullas prudencia y humildad, pues la goleada se logró ante un equipo disminuido, numérica y emocionalmente.
La figura
Santiago Morales fue el director chulla
Un refrán dice que la experiencia crea ciencia. El ‘Pepo’ Morales lo demostró con su desempeño. Estuvo seguro, acertado y preciso. Marcó los tiempos de su equipo, con la sapiencia que le dan sus años en el fútbol.
La contrafigura
Rixon Corozo cometió un error de principiante
Suplente habitual en su anterior club, El Nacional, este portero esmeraldeño no es ningún novato (29 años). No obstante, el sábado se hizo expulsar por una tonta agresión a Marlon de Jesús. Y perjudicó a su club.