El equipo ‘tico’ afrontará su cuarta aventura sudamericana cobijado por incertidumbres. El proyecto que encabeza Ricardo La Volpe es todavía un boceto, y el ‘Bigotón’ ni siquiera podrá contar con su once estelar en Argentina.
Los antecedentes no invitan al optimismo. Costa Rica viene de una pésima presentación en la Copa de Oro. Si con su traje de gala sufrió en el torneo de Concacaf, ¿qué le espera con un equipo B, ante las selecciones de Argentina, Colombia y Bolivia?
Arrinconado por las circunstancias, La Volpe tuvo que convocar una Selección de bajo perfil, con figuras de poca trayectoria. Ni siquiera los refuerzos compensan esa falta de experiencia.
En orden de prioridades, el primer objetivo de los ‘ticos’ es evitar el ‘papelón’. Costa Rica va en calidad de invitada, y a ningún torneo le gusta meter equipos que solo llegan a ser comparsa.
Así, el otro objetivo es dar consistencia al grupo que peleará por un cupo para la Olimpiada de Londres 2012. Como fogueo resulta un lujo, aunque hay alto margen de riesgo: que los jóvenes no respondan y el equipo camine a los tropezones.
A partir de estos objetivos cualquier logro sería ganancia. Pensar en un boleto a segunda ronda no es tan lejano porque los dos mejores terceros se clasificarán a la siguiente fase. Aún así, los rivales son complicados: Argentina con toda su metralla y su público, y Colombia revitalizada con los cañones de Falcao y Guarín.
Esteban Alvarado, David Guzmán y Diego Madrigal tienen la misión de destacarse. También debe brillar Joel Campbell.