El Campeonato ecuatoriano 2013 reparte siete cupos a torneos internacionales, tres a la Copa Libertadores y cuatro a la Copa Sudamericana. A la última fecha llegan disponibles uno a la Libertadores y dos a la Sudamericana.
El reglamento del torneo estipula que el equipo que termine en tercer lugar de la tabla acumulada ganará el tercer cupo a la Copa Libertadores, que corresponde a la primera fase, y los clubes que terminen en cuarto y quinto lugar tendrán derecho a los dos puestos restantes en la Sudamericana.
Este domingo (15:00) se jugarán los partidos decisivos para completar esta definición:
Deportivo Quito, Universidad Católica, Barcelona y Liga de Quito llegan con opciones para pelear los tres cupos restantes, solo uno de estos equipos se quedará con las manos vacías.
La ‘AKD’ ganando su partido de local ante Liga de Loja clasificará a la primera fase de la Copa Libertadores a menos de que Universidad Católica golee a Liga con una diferencia de siete goles. Incluso empatando, dependiendo de lo que pase con los otros opcionados podría tener ese premio. Y, en el peor de los casos, si pierde, ya tiene asegurado su cupo a la Sudamericana.
El ‘trencito azul’, por otro lado, enfrentará a Liga en el Atahualpa. Con un triunfo y una derrota o empate ‘chulla’ entrará a la Libertadores. De igual manera si empata y caen Barcelona y el Quito tendrá ese cupo. Pero, si los ‘camarattas’ pierden y el ‘ídolo del astillero’ gana se quedarían sin ningún torneo internacional.
Los ‘canarios visitarán a Macará. Ganando ese partido y esperando que D. Quito y U. Católica pierdan o empaten sus cotejos entrarían a la Copa Libertadores. Si ganan o empatan y esos rivales vencen jugarán la Copa Sudamericana en el 2014. Pero, si pierden en Ambato y la ‘U’ gana quedarán con las manos vacías.
Los ‘albos’ tienen el panoráma más complicado. Con un triunfo y si D. Quito y Barcelona pierden podrían llegar hasta a la Copa Libertadores y si esos rivales ganan tendrán el pase a la Sudamericana. Pero, un empate o derrota los dejarían sin nada, sin importar lo que pase en las otras canchas.