Christian Benítez era un hombre feliz, relajado, inquieto. A veces impulsivo, muy competitivo. Decía sin empacho que era una figura del fútbol, porque lo era. Además, fue una persona solidaria, siempre pendiente de su familia, de sus amigos. Tenía una especial adoración por su esposa Lisette, por sus hijos Fabiano, Emily, Cristiano y la recién nacida Kaila.
Fabiano Robinho, su primer hijo, ya aparece como un potencial nuevo ‘crack’, siguiendo las enseñanzas de su padre y de su abuelo, el no menos célebre Ermen ‘la Pantera’ Benítez, otro gran goleador de El Nacional y la Selección.
El ‘Chucho’ murió el pasado lunes, tras sufrir un paro cardíaco en la lejana ciudad de Doha, en Qatar. Tenía 27 años, una carrera en su mejor momento y muchos planes para el futuro. Su partida generó desolación, tristeza, desamparo entre quienes lo conocieron de cerca y entre miles y miles de aficionados que fueron a despedirse de él en el coliseo General Rumiñahui en Quito.
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Sus amigos, en medio del dolor y la tristeza, prefieren recordarle con alegría. Uno de sus ‘llaves’ (amigos), Pedro Quiñónez, volante de Emelec, contó la promesa que los dos habían realizado. “Me dijo ‘llave’, si algún día yo no estoy, cuídemelos a mis pelados. Yo también haré lo mismo si usted no está”.
El ‘Chucho’ era una gran persona y como futbolista siempre marcaba la diferencia. El preparador físico de la Selección, Carlos Velasco, lo recuerda como uno de los líderes del equipo que está muy cerca de clasificarse al Mundial. En las concentraciones, además de hacer tantos y acompañar en el ataque al goleador Felipe Caicedo, era un líder positivo y el gestor de momentos de confraternidad en el grupo: él era uno de los impulsores de los videos de motivación y de las cintas con bailes, que él mismo colgaba en su canal de YouTube.
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Amante del encocado de camarón y de guanta, aficionado de la salsa y del reggaetón, socio de Antonio Valencia, su amigo de la infancia, buen padre y buena persona. Ecuador pierde a uno de sus héroes deportivos, a un jugador que supo conectar con el hincha, que aunque muchas veces le reclamó por su falta de gol, reconoció en él a una persona positiva, a un joven humilde que cumplió sus sueños. ¡Que descanses en paz ‘Chucho’!