La estadística es escuálida y reveladora: de los 18 mundiales Sub 20, Chile solo asistió a cinco, siendo anfitrión en uno. La nueva apuesta en el Sudamericano de Argentina arrastra una mochila de dos generaciones con escaso vuelo (2009 y 2011).
¿Qué pasó en estos cinco años? José Sulantay, el último seleccionador que consiguió la clasificación a la Copa del Mundo (llevó a la Roja a Holanda 2005 y a Canadá 2007, donde fue tercera), tiene un diagnóstico duro: “Muchos dicen que las generaciones de buenos jugadores son espontáneas y eso es mentira. Las camadas están siempre, pero hay que definir una idea de juego y salir a buscar los jugadores idóneos”, asegura.
La selección de Mario Salas intentará llegar al evento de Turquía 2013. Y a diferencia de las dos apuestas precedentes -al mando de Ivo Basay y César Vaccia-, hay jugadores en el exterior y con minutos en la Roja mayor, como Ángelo Henríquez, Bryan Rabello y Diego Rubio.
“Las buenas generaciones a veces son fruto del azar. Hay chicos que pasan a los primeros equipos y no les favorece”, cree Hugo González, DT de las cadetes de Colo Colo.
Tiene un equipo armado Continúa con el proceso “Pensé que iba a ser más complicado, pero me encontré con un grupo de jugadores profesionales y muy disciplinados”. Esas fueron las palabras del DT Mario Salas, quien reemplazó en el cargo a Fernando Carvallo. Solo pulió al equipo.
El talento de los chilenos Juega en el fútbol español Rabello juega como volante en el Sevilla español, en donde su presencia se ha vuelto casi imprescindible. Competirá en el Sudamericano, pero tendrá que volver si su club lo requiere, aunque él asegura que quiere defender a su país hasta el final.