Luchito Checa, ¡cuándo no! Es un delantero disfrazado de defensa, con magia en la cabeza para hacer goles. Ayer volvió a demostrar que está más cerca de Spencer que de Capurro cuando, al minuto 36, trepó al área rival y conectó con el parietal un centro de Fidel Martínez que dejó parados a los zagueros de Defensor. Fue el primer gol del Deportivo Quito, el que abrió la puerta de la esperanza.
Deportivo Quito derrotó ayer por 2-0 al uruguayo Defensor y sumó 7 puntos en el grupo 7 de la Copa Libertadores. Los violetas se quedaron con 6, en una llave que lidera Vélez Sarsfield con 9 unidades y que cierra Chivas de Guadalajara que, al contrario de su lema tapatío, ya se está‘rajando’ en el último lugar con 4 puntos, aunque con un cotejo menos.
Hoy juegan Vélez y Chivas en México pero, sin importar el resultado, todo se definirá el 17 de abril en Quito, cuando los chullas reciban a los tapatíos en la búsqueda del cupo a los octavos de final del torneo continental.
Checa, que ha marcado goles claves para el Quito en estos cuatro años, no iba a jugar este cotejo. Una lesión en el muslo posterior derecho que no se curó totalmente lo había descartado. Pero entró a la pista de patinaje del Atahualpa por la baja de última hora de Isaac Mina, enviado ayer mismo a la Reserva azulgrana por su indisciplina. El DT Carlos Ischia le dijo a Checa “jugá”. Y jugó. Y cumplió.
Checa, junto con Giovanny Espinoza, hicieron olvidar a Mina, pues casi no tuvieron complicaciones en un cotejo en que los azulgranas dominaron la pelota, el tiempo y las emociones. De hecho, durante los 45 minutos iniciales, los delanteros argentinos Matías Alustiza y Maximiliano Bevacqua desperdiciaron opciones clarísimas de gol ante un Defensor que, como indica su nombre, fue sobre todo eso, pura defensa y poco ataque.
Deportivo Quito propuso de principio a fin, en un compromiso con lluvia, que estropeó más todavía la cancha del Atahualpa y que contó con 5 830 espectadores pagados, casi todos con ponchos plásticos que costaban 1 dólar, pues el grueso de la fanaticada estuvo, como siempre, en la preferencia.
Fidel Martínez estuvo imparable por la banda izquierda. Juan Carlos Paredes, que regresó a la titularidad, también desbordó por la derecha. Luis Fernando Saritama y Fredy Olivo compartieron la tarea de marca en la mitad y casi siempre salieron airosos. Olivo reemplazó a Álex Bolaños, otro de los castigados por Ischia y a quien tampoco se lo extrañó.
El Quito llegó por izquierda, derecha y por el centro. Pero Alustiza y Bevacqua no estuvieron precisos para la puntillada final, en parte por la lluvia que volvió pesada la cancha. Además, ellos se apresuraron en varias ocasiones al tratar de definir. El Quito pudo irse al descanso con una ventaja mucho más amplia.
El segundo tiempo empezó con más parsimonia. El equipo del DT Gustavo Díaz intentó controlar la pelota para ver si el solitario Nicolás Olivera podía tener algún mano a mano con Marcelo Elizaga, más espectador que arquero. Pero la expulsión del ‘karateca’ Federico Pintos, por una fuerte falta sobre Martínez, y la salida por lesión de Pablo Pintos, el jugador más exquisito de los violetas, mermó sus opciones de empatar.
El Quito, más rápido y confiado, generó otras acciones de gol que otra vez se desperdiciaron, hasta que al minuto 63 llegó el tanto de Bevacqua, quien definió con clase ante la salida del meta Yonatan Irrazábal. Esto luego de que Martínez, con corrida y gambeta, dejó en el camino a Ramón Arias y realizó un pase a profundidad que el ‘Maxi’ aprovechó para sacarse la sal. Golazo.
Después del segundo gol, Ischia consideró que el cotejo ya estaba liquidado. Retiró a Checa para preservarlo. Luego salió Paredes. Ambos recibieron los aplausos de los hinchas, aunque hubo un susto al minuto 74, cuando Elizaga contuvo un fuerte remate de Diego Ferreira. Fuera de eso, el triunfo llegó sin estrés, en medio de los cánticos de “¡Quito corazón!”.