El ex delantero del América de México y de la selección paraguaya de fútbol Salvador Cabañas, de 31 años, dijo que está dispuesto a recuperarse para jugar profesionalmente a pesar de tener una bala alojada en la cabeza.
“Siempre tuve ganas de volver y por eso estoy de regreso. Voy a seguir entrenando duro hasta recuperarme en un 100%”, dijo Cabañas a periodistas al finalizar su presencia de 41 minutos en el partido que su equipo, el 12 de Octubre, de la segunda división guaraní, venció al Martín Ledesma (2-0) el pasado sábado.
El presidente del 12 de Octubre, Luis Salinas, dijo haber vivido “con emoción” la vuelta de Cabañas quien el sábado se encargó de los tiros libres y los lanzamientos de esquina de su equipo. Cabañas fue sustituido tras sufrir una caída en un partido en el que se cuidó de una confrontación física con sus rivales.
Los especialistas deportivos consideraron aceptable el retorno del ex goleador de la selección paraguaya, que fue baleado el 25 de enero de 2010 en un local nocturno de Ciudad de México.
La bala le ingresó en la frente y se alojó cerca de la nuca. Milagrosamente, Cabañas no perdió la vida y durante los dos últimos años fue sometido a una intensa recuperación en nosocomios especializados en México, Argentina y Paraguay.
El jugador dijo tener “muchas ganas” de volver al fútbol de primera. “Quiero jugar bien. Es mi anhelo y y voy a trabajar para eso”, manifestó.
Sin embargo, para algunos médicos especialistas, el regreso implica un grave peligro para su salud, teniendo en cuenta que todavía tiene el proyectil alojado en la cabeza y no se le puede operar.
“Es una apuesta muy peligrosa. Las consecuencias son imprevisibles”, dijo el médico traumatólogo paraguayo Juan Dujak a la AFP. El médico deportivo Agustín Casaccia también dijo que es incierto lo que puede pasar, porque se trata de un caso inédito en la medicina futbolística.
“A medida que pasa el tiempo, alrededor del proyectil se forma como una cápsula de protección, lo que hace que sea cada vez más difícil que se mueva”, explicó. “Lo importante es que Cabañas volvió. Se le nota una gran voluntad de recuperación”, remarcó.
Celso Fretes, el neurocirujano que lo trató desde el principio pero que hoy se encuentra desvinculado de su tratamiento, dijo a la AFP que “es imprescindible que se le haga un seguimiento antes y después de los partidos”.
“Cabañas no puede ser dado de alta en forma definitiva. El deporte que realiza implica riesgos. Es de mucho esfuerzo físico, de impacto. Está sujeto a empujones, golpes, codazos. El riesgo de una actividad física intensa es una crisis convulsiva, un desvanecimiento o una descompostura”, explicó.
Cabañas requiere de una evaluación de su fuerza muscular para controlar si el esfuerzo físico le repercute en algunos de sus miembros, brazos o piernas, agregó. Recordó que la bala le penetró la frente, le atravesó la masa encefálica y se alojó en el hueso occipital, cerca de la nuca.
El ‘Mariscal’, como lo conocen en Paraguay, o el ‘Chava’, como lo apodaron en México, volvió a pisar de manera oficial un campo de juego 810 dias después del atentado que lo alejó del fútbol profesional.