El gobierno brasileño privatizó tres aeropuertos, dos en Sao Paulo y uno en Brasilia, por un monto de 14.305 millones de dólares, casi cuatro veces más de lo requerido inicialmente, con la meta de modernizar las vetustas instalaciones para el Mundial 2014.
Las concesiones de los tres aeropuertos, responsables por alrededor del 30% del flujo de pasajeros en Brasil, alcanzaron un total de 24.534 millones de reales (unos 14.305 millones de dólares) , luego de una subasta realizada este lunes en la Bolsa de Valores de Sao Paulo.
Las primeras privatizaciones de aeropuertos brasileños fueron otorgadas por más de 20 años a tres consorcios diferentes conformados por empresas locales y extranjeras, originarias de Sudáfrica, Argentina y Francia.
Las propuestas vencedoras representaron un total de casi cuatro veces más que la oferta mínima exigida por la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) , de 3.200 millones de dólares.
En el caso del aeropuerto internacional en Guarulhos (Sao Paulo) el resultado representó un agio de 373%, contra un 159% para el aeropuerto paulista de Viracopos y de 675% para el de Brasilia.
El aeropuerto internacional Governador André Franco Montoro en Guarulhos (ciudad satélite de Sao Paulo) , el más transitado del país, fue otorgado por 20 años al consorcio Invepar-CSA integrado por Invepar, OAS y la Compañía Aeroportuaria de Sudáfrica (ACSA) , tras la oferta más elevada de la subasta por 16.213 millones de reales (USD 9.454 millones de dólares) .
La terminal de Viracopos (en la ciudad paulista de Campinas) fue otorgada por 30 años al consorcio Aeroportos Brasil, conformado por Triunfo Participações, UTC Participações y la francesa Egis, tras una oferta de 3.821 millones de reales (USD 2.227 millones de dólares) .
El ganador de la concesión por 25 años del aeropuerto Presidente Juscelino Kubitschek de Brasilia fue el consorcio Inframérica Aeroportos, conformado por Engevix y la argentina Corporación América, tras una oferta de 4.500 millones de reales (USD 2.623 millones de dólares) .
Una de las principales exigencias del gobierno es que las nuevas administradoras deberán concluir las obras de ampliación para la Copa del Mundo de 2014, que incluyen una nueva terminal en cada aeropuerto para recibir a un total de más de 13 millones de pasajeros al año.
“En la terminal de Guarulhos, la principal prioridad es en la terminal de pasajeros. (…) Nuestro foco principal es estar con la tercera terminal (en funcionamiento) para la Copa del Mundo”, destacó Gustavo Rocha, presidente de Invepar, en conferencia de prensa.
“Utilizaremos toda la experiencia que tienen (las firmas extranjeras) para mejorar nuestros aeropuertos”, afirmó Gustavo do Vale, presidente de la administradora estatal de aeropuertos Infraero, que continuará operando las restantes 63 terminales aéreas del país.
Los consorcios también deberán destinar anualmente un porcentaje de sus ganancias al Fondo Nacional de Aviación Civil (FNAC), para garantizar “que los demás aeropuertos del sistema aeroportuario nacional se beneficien de los recursos obtenidos por la iniciativa privada”, precisó la ANAC.
Brasil, que organiza su segundo Mundial después del de 1950, está en una carrera contrarreloj para entregar a tiempo los estadios de las 12 ciudades sedes y culminar las gigantescas obras de infraestructura necesarias para el evento, que hasta ahora presentan grandes atrasos.
El domingo, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, afirmó en Asunción que Brasil organizará un Mundial extraordinario en el 2014, pero advirtió que todavía faltan garantías para aprobar la organización.
“Los estadios que no están preparados todavía, hay problemas de aeropuertos, de carreteras, pero finalmente todo se hará”, remarcó.
La ANAC espera que para principios de mayo estén dadas las condiciones para transferir la administración de los aeropuertos a los concesionarias.
El año pasado, solamente por la terminal internacional de Sao Paulo pasaron un total de 18,6 millones de pasajeros, contra 15,4 millones en Brasilia y 7,4 millones en Campinas, según estadísticas de Infraero.
En agosto, fue entregada por concurso la construcción y operación del aeropuerto Sao Gonçalo d’Amarante, cerca de la ciudad de Natal (noreste) , también al consorcio Inframérica.