La Selección brasileña de fútbol se estrenó en suelo africano con una goleada por 3-0 ante el débil equipo de Zimbabue, ayer en Harare, en su primer amistoso de cara al Mundial.
Los dirigidos por Dunga consiguieron adelantarse en la parte final de la primera etapa con los tantos de Michel Bastos al minuto 41, Robinho (44) y Elano (56).
El equipo africano, ausente en el torneo planetario, sorprendió a pesar de la previsible derrota con un juego valiente y una actitud entusiasta, ante un equipo de calidad muy superior y que impuso su dominio en todo momento.
El portero Julio César fue sustituido en el minuto 26 tras un golpe, lo que alarmó a la dirigencia y cuerpo técnico por la posibilidad de una lesión, pero inmediatamente el cuerpo médico tranquilizó a todos afirmando que sólo había sido un susto, sin gravedad.
Julio César fue reemplazado por el arquero suplente Heurelho Gómez, que tuvo su primera oportunidad de jugar por la Selección en partido internacional.
El encuentro en Harare sirvió a Dunga para ver en acción a varios de sus hombres, con seis sustituciones, y para mejorar los movimientos ofensivos del equipo, después de las dudas generadas por la falta de definición en los partidos de práctica disputados entre titulares y suplentes en suelo sudafricano.
Este encuentro amistoso, el primero disputado por la ‘Seleçao’ desde principios de marzo, abre la cuenta atrás del equipo para la cita mundialista, donde tendrá el desafío de sumar su sexta corona tras los triunfos logrados en 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002.
Antes de volver a Sudáfrica, los jugadores de la ‘canarinha’ disputarán un último partido amistoso, el 7 de junio ante el equipo de Tanzania, en Dar Es Salaam.
Brasil figura en el grupo G, considerado el más fuerte del certamen, junto a Portugal, Costa de Marfil y Corea del Norte.