Las dudas y el incumplimiento del paraguayo Roque Santa Cruz hartaron al club Bologna, que decidió dar por terminado todo contacto con el atacante y orientar hacia otros candidatos el refuerzo para su reparto ofensivo que pide el técnico Stefano Pioli.
Santa Cruz era esperado ayer para las visitas médicas y la firma del contrato (es jugador libre) , tras el acuerdo alcanzado sobre la base de 1,5 millones de euros anuales por dos temporadas, con opción a una tercera.
Pero el jugador, sin previo aviso, no se hizo ver por el aeropuerto Caselle de Bologna.
Medios periodísticos locales atribuyen este paso atrás de Santa Cruz a presiones de “su numeroso e influyente grupo familiar” , pero también es fuerte la hipótesis de que renovará su vínculo contractual con Málaga, adónde llegó el año pasado en préstamo, procedente del Manchester City.