Miller Bolaños anotó su tercer gol y corrió presuroso hacia un costado de la cancha. Luego, se despojó de la camiseta y después fue a abrazar al entrenador argentino Edgardo Bauza.
El mediocampista de Liga de Quito parecía un chiquillo luego de su tercera anotación. Su conquista llegó a 26 minutos del final del encuentro y desconcertó a los jugadores de El Nacional, que antes habían pugnado por anotar el gol del triunfo.
En su anotación existió la complicidad de Rorys Aragón, arquero de El Nacional. El golero que jugó en Bélgica falló al intentar entregar la pelota a un compañero de la defensa y Miller se aprovechó del error para anotar su tercer tanto y el del triunfo de la ‘U’.
Fue la tarde del futbolista esmeraldeño de 20 años. Ayer marcó su primer triplete del año y, además, concretó por tercer partido consecutivo en el torneo.
El volante, que mide 1, 67 metros, asumió el liderazgo del mediocampo en un partido en que Liga estuvo impreciso, sobre todo en la primera parte del encuentro en el Atahualpa.
Él asumió la tarea de suplir el puesto que dejó el imbabureño Édison Méndez, quien hace un mes se marchó a Brasil para jugar en el Atlético Mineiro.
Edgardo Bauza, en los entrenamientos del equipo, le dijo al volante que debía manejar la presión de jugar en la ‘U’. “El sabía que tenía que marcar la diferencia. Así, lo habíamos conversado con él y, por suerte, lo ha entendido muy bien. Para nosotros es una felicidad”, aseguró el ‘Patón’.
Bolaños también brilló porque el juego de conjunto de su equipo falló en la primera etapa. El Nacional mostró un mejor juego de ataque. El entrenador Perdomo Véliz Jare sorprendió porque planteó un esquema de 4-4-2 en la cancha de El Batán. Esto pese a que también había ensayado con el 3-5-2 en los entrenamientos.
En la banca de suplentes, además, se quedó Marlon de Jesús, el goleador del plantel. Con esa propuesta, los rojos se adelantaron en el marcador luego de la ejecución de un tiro penal de Christian Suárez. El ‘Chivo’ marcó en el segundo intento luego de que en el primero amagó a patear. Por eso, recibió una tarjeta amarilla.
Pero Bolaños empató con un gran remate desde fuera del área. Michael Quiñónez, el volante de los puros criollos, no se quedó atrás y en la ejecución de un tiro libre puso el 2-1.
La tarde, sin embargo, estaba destinada para Bolaños, quien anotó dos goles más y festejó como un niño la segunda victoria de su club en esta fase. El Nacional no tuvo poder ofensivo y acumuló su segunda derrota.