A Juan Román Riquelme, el gran referente del Boca Juniors argentino, le salió un fuerte rival en la final de la Copa Libertadores.
Emerson, el polémico jugador brasileño del Corinthians, que en una semana será juzgado por importación ilegal de autos provenientes de Estados Unidos y lavado de dinero, le salió al paso al argentino.
Después de la final de ida, en la que ambos clubes igualaron 1-1 en el estadio la Bombonera, el brasileño dijo de Riquelme: “es un crack, pero que se dedique a jugar y deje al árbitro hacer su trabajo. Vengo de la favela y no le tengo miedo a nadie… el que me conoce lo sabe bien”. Lo dijo al enterarse que el jugador argentino había criticado al juez chileno.
Boca buscará mañana su séptima Copa Libertadores. En tanto, el ‘Timao’, como le dicen al club brasileño, buscará su primer título en el certamen continental. Y Emerson, jugador que con 18 años jugó con las credenciales de un futbolista de 15, es el gran referente de los brasileños que buscarán el título en Sao Paulo.
Emerson, tras haber pasado por clubes de Japón, Qatar, Francia, Dubai y la selección qatarí, tiene 33 años y es la esperanza de Corinthians en la final de mañana.
“Quien vive de su boca y habla mucho es cantor. Yo vivo de mis pies, yo juego”, fue otra de las respuestas de Emerson contra Riquelme. Y los números lo respaldan, ya que desde su vuelta al país, ganó el Brasileirão con todos los equipos que jugó. En 2009, formó la dupla de ataque con Adriano para Flamengo, en 2010, hizo el gol del título que consiguió Fluminense después de 24 años de sequía, y el año pasado gritó campeón con Corinthians.
Pero en la final de mañana no le será fácil al brasileño. No solo porque al frente está el temido Boca Juniors, equipo que sabe de finales y que busca su séptima Copa libertadores.
Además, en las filas ‘Xeneixes’ está Román Riquelme. Su nombre siempre fue emparentado con la Copa Libertadores. Desde el primer semestre de 2000. Los festejos siguieron en 2001, en la recordada semifinal ante Palmeiras, donde el enganche brilló en el desquite 2-2 en San Pablo, y se selló en 2007, ya con la conducción de Miguel Ángel Russo, temporada donde mostró su mejor desempeño. Su rendimiento superlativo encandiló a todos los hinchas, que terminaron de rendirse ante su influencia. Y ahora, que Boca volvía a disputar el certamen continental luego de su ausencia en 2010 y 2011, todas las esperanzas estaban puestas en él, el capitán ante el retiro de Martín Palermo, el emblema que se potencia cada vez que se pone la casaca ‘Xeneize’ por un certamen internacional.
A un día de la final de la Copa Libertadores, en Brasil todos conocen la historia de Emerson y su falsa partida de nacimiento. En 2006, cuando volvía a Qatar para jugar en Al-Sadd, la policía lo detuvo en el aeropuerto y, tras el juicio, lo condenaron a prisión fianza para no ir a la cárcel) porque, según la justicia, sabía que los documentos eran falsos y los siguió usando.
En San Pablo ya nadie habla de esa causa. Ahora, el nombre de Emerson está en todos los titulares de diarios porque en una semana será juzgado por importación ilegal de autos provenientes de Estados Unidos y lavado de dinero.
Los problemas de Emerson con la Justicia también se dieron afuera de Brasil. En 2005, luego de jugar dos años en San Pablo y cinco en Japón, el brasileño llegó a Al Sadd, de Qatar, donde tuvo un excelente rendimiento y fue convocado para la selección local. Nacionalizado qatarí, Emerson escondió hasta donde pudo su paso por la Sub 20 de Brasil (en 1999 jugó con 21 años y un nombre falso seis encuentros) y participó en tres partidos para Qatar. Obligado a usar su verdadero nombre, Emerson se aprovechó de que en los papeles no figuraba su paso por los juveniles y en marzo de 2008 jugó dos amistosos y un partido por las eliminatorias al Mundial, pero al mes siguiente la FIFA lo descubrió y le prohibió volver a vestir la camiseta de Qatar.
Un trotamundos
La carrera futbolística de Emerson es interminable. Jugó en San Pablo (1998-1999), en la segunda división de Japón para Consadole Sapporo (2000) y Kawasaki Frontale (2001), en la primera división del país oriental para Urawa Red Diamonds (2001-2005), donde se convirtió en ídolo. Luego, tuvo dos pasos por Al-Sadd, de Qatar, (2005-2007 y 2008), jugó en Stade Rennais, de Francia (2007-2008), y volvió a Brasil para jugar en Flamengo (2009). Tras seis meses en el equipo de Río de Janeiro, lo tentaron para jugar en el Al Ain, de Dubai, donde estuvo un año (2009-2010). Más tarde, volvió a Brasil para jugar en Fluminense (2010-2011) y a mediados del año pasado llegó a Corinthians.
El ídolo de Boca
Tal fue la identificación que Román sintió con el club, desde su sentimiento como hincha a la influencia como futbolista, que en los últimos tiempos pidió por la continuidad de todo el plantel actual y hasta se refirió a posibles ofertas: “Mi sueño es retirarme en Boca”. Habrá que ver si ante una posible suculenta oferta del fútbol chino se mantiene en la postura. Es que ayer, ante el rumor del interés de Shanghai Shenhua, el presidente de Boca, Daniel Angelici, opinó: “Que Román concluya su carrera en Boca depende de él”. El club que pretende contratarlo es el que conduce Sergio Batista, DT que lo dirigió en los Juegos Olímpicos de Pekín: “Hablé con Román para que venga, y me dijo que después de la Copa Libertadores lo va a pensar”, dijo el entrenador.
Más allá de cualquier resultado en la final o al margen de cualquier oferta millonaria, nadie piensa que Riquelme pueda dejar Boca. En el Museo de la Pasión Boquense hay una estatua suya de 2,20 metros de altura.