El regreso de Barcelona a las lides internacionales fue totalmente exitoso en lo deportivo y en lo moral. El triunfo por 2-1 sobre Universidad César Vallejo por la Copa Sudamericana fue, primero, un alentador regreso de los canarios a los torneos internacionales.
Barcelona no intervenía en estas competencias desde hace seis años, cuando Once Caldas lo sacó de la Copa Libertadores.
La victoria del equipo ecuatoriano en Perú generó satisfacción en el técnico Juan Manuel Llop, quien señaló que su plantel exhibió personalidad para dar la vuelta al marcador.
Universidad César Vallejo, novato en estas lides y que apenas tienen 11 años de vida, empezó ganando con un tanto del colombiano Héctor Hurtado, a los 19 minutos de juego.
Los canarios empataron al instante, con gol de Jefferson Hurtado, a los 20 minutos, y luego ganaron gracias a la anotación del argentino Ricardo Noir, a los 63.
El trámite del partido resultó discreto y lento, que era lo que buscaba Llop, con muchas de las incidencias en mediocampo.
No obstante, el cuadro guayaquileño fue más profundo en el ataque, al crear más opciones de gol que el rival y manejar con mucho criterio la pelota.
Barcelona falló al menos dos claras oportunidades de aumentar a los 89 y a los 57 cuando Juan Anangonó y Ricardo Noir fallaron solos frente al arco de Joel Pinto.
Vallejo no supo aprovechar el gramado sintético del estadio trujillano, donde habitualmente juega en el torneo peruano, teniendo en cuenta que era la primera vez que los canarios jugaban en este tipo de terreno, donde el balón rebota con mayor fuerza.
Llop logró la victoria sin que su plantel tuviera que extremarse físicamente en el césped sintético, que suele generar lesiones a los jugadores poco adaptados. El preparador físico Miguel Chacón , de Barcelona, reportó ayer que no tiene bajas, por esa causa.
El aspecto defensivo de Barcelona fue el punto más débil, con dos fallas que complicaron a la visita. La primera ocurrió en el gol de César Vallejo, cuando Héctor Hurtado aprovechó un desprolijo rechazo del defensa José Luis Perlaza con el pecho. El rechazo terminó, sin querer, como un pase gol que el colombiano facturó.
La segunda falla se registró al final, cuando Barcelona casi se suma a la lista de equipos ecuatorianos que flaquean antes del pitazo final. Pero Jesús Arizmendi, del César Vallejo, envió la pelota por encima del travesaño cuando estaba en inmejorable posición para conseguir el empate.
Llop, aunque se mostró feliz por los puntos, no perdió la calma y señaló que el verdadero triunfo será en Guayaquil, con la clasificación asegurada en la revancha.
Además del triunfo sobre César Vallejo y el césped artificial del estadio Carlos Mansiche, Barcelona obtuvo una victoria moral: en el escenario de Trujillo hubo muchos hicnhas canarios, quienes opacaron a la afición local.
Barcelona logró convocar a 600 seguidores, la mayoría de los cuales viajó por tierra durante 10 horas desde la frontera hasta Trujillo. “Parecía que éramos locales”, dijo el golero Máximo Banguera.
Barcelona hizo un buen negocio de cara al encuentro de vuelta que se disputará en Guayaquil el 24 de agosto. El ganador de esta llave jugará en la segunda fase contra Peñarol de Uruguay.
EnPerú, en cambio, llovieron las críticas sobre el local, cuyo pobre nivel de juego recibió irónicos titulares que jugaban con el nombre del poeta César Vallejo, uno de los mejores escritores latinoamericanos del siglo XX.
“Vallejo es puro verso”, “Vallejo se olvidó de la poesía” y “Vallejo sufrió más que en Los Heraldos Negros” fueron algunos de los titulares de la prensa peruana.