El Deportivo Cuenca necesitó únicamente cuatro minutos para hacer lo que Barcelona no pudo en 90. En ese lapso los morlacos marcaron los dos goles que le sirvieron para ganarle anoche a los canarios en el estadio Monumental.
El delantero paraguayo Néstor Ayala marcó los dos tantos a los 16 y a los 20 minutos.
La diferencia entre los morlacos y los toreros fue clara. Los primeros generaron únicamente dos jugadas de riesgo durante los primeros 20 minutos y las concretaron, mientras Barcelona generó cuatro y ninguna terminó en gol.
La imprecisión fue una constante en el juego de los amarillos durante todo el partido. Lo fue no solo al momento de hilvanar jugadas de riesgo cerca del arco rival, sino también a la hora de trasladar la pelota.
El técnico Álex Aguinaga alineó para este partido a Giovanni Nazareno como volante por la banda izquierda, pero a los 35 minutos el jugador tuvo que retroceder a la zaga para reemplazar a Cristian Cruz. El juvenil fue sustituido por el delantero Armando Wila por bajo rendimiento.
Los canarios carecieron de reacción después de los dos goles de Ayala. Todo lo contrario ocurrió con los cuencanos. El equipo que dirige el estratega argentino Luis Soler recuperó confianza y empezó a dominar la pelota con toques cortos y verticales.
Ese dinamismo hizo que los defensores del equipo local caigan en constantes errores y desconcentraciones. Aguinaga llamó la atención con frecuencia a Jefferson Hurtado e Iván Hurtado para que se mantuvieran atentos y anticiparan a los jugadores rivales.
La estrategia del Deportivo Cuenca fue defenderse con orden y en espacios muy reducidos. Cuando no tenían la pelota sus líneas se juntaban y eso impidió a los volantes ofensivos de Barcelona moverse con facilidad.