El Aucas es todo un fenómeno social en la capital. Ayer desde el norte, el sur, el centro; en camionetas, chivas, bicicletas y a pie llegaron los hinchas orientales para alentar a su equipo. Unos 10 000 aficionados se instalaron en los graderíos del estadio de Chillogallo. La barra Guardia Oriental organizó una caravana motorizada, que partió desde el Colegio Paulo Sexto, en La Magdalena. Unos 60 vehículos particulares, dos chivas y un bus llenos de aficionados participaron del evento.
Pero no fueron los únicos. Leonardo Pacheco y su hijo Erick, de 9 años, llegaron también en bicicleta. Ellos pedalearon desde la av. 24 de Mayo, en el Centro. Padre e hijo no quisieron perderse la fiesta auquista que se vivió en el sur de Quito.