El Atlético de Madrid se clasificó a las semifinales de la Liga de Campeones tras esperar 40 años, al vencer 1-0 a un FC Barcelona inferior.
Atrás quedaron seis años consecutivos con el FC Barcelona en las semifinales. No solo cedió ante el temprano gol de Koke, sino ante el despliegue táctico y físico de un club empeñado en hacer historia.
Porque el equipo de Diego Simeone fue pasión en el inicio, inteligencia en el desarrollo y sacrificio en el final. Suficientes argumentos para superar a un FC Barcelona que no pudo ganar al Atlético de Madrid en ninguno de los cinco enfrentamientos entre ambos esta temporada.
La primera noticia de la noche llegó una hora antes del inicio del partido: el Atlético de Madrid no tenía a Diego Costa, producto de sus molestias físicas. Arda Turan, su clarividente volante, también estaba lesionado.
¿Se vería a un Atlético ultradefensivo? De ninguna manera. Porque la puesta en escena del conjunto rojiblanco fue imponente. A Barcelona lo hizo lucir absolutamente desconcertado, como pocas veces se lo vio en Liga de Campeones durante todos estos años.
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En solo 18 minutos, el Atlético acumuló tres tiros al palo y un gol. El tanto llegó a los seis.
El Vicente Calderón enloqueció con el gol. El partido se fue hacia una emoción incontenible, con un FC Barcelona volcado a costa de dejar mil huecos atrás. Y el Atlético de Madrid resistió con firmeza.
El autor de la algarabía
Jorge Resurrección Merodio, conocido como Koke, fue el causante del mayor golpe recibido por el FC Barcelona en los últimos años en la Champions. Nació en la cantera del Rayo Vallecano, pero se pulió en la del Atlético de Madrid.
“Este equipo no tiene techo”, aseguró, tras el cotejo el jugador de 22 años. Con 16, el volante debutó con el equipo B y un año más tarde lo hizo profesionalmente con el plantel de Primera, jugando 11 minutos justamente ante el Barcelona, en el estadio Camp Nou. En aquel cotejo su equipo cayó 5-2, pero ayer se tomó revancha en el Vicente Calderón y se dio el gusto de eliminarlo.
Las claves de Simeone
Simeone, DT del Atlético, destacó que “como en las grandes batallas, a veces no gana el mejor, sino el que está más convencido”, declaró con satisfacción.
“Mantenemos la misma humildad y entendemos que después de 40 años que se vuelva a presentar una instancia como esta es muy bonito. Confiamos en nuestro trabajo y en una oportunidad que aparece e iremos en busca de lo que pida el rival que nos toque. Queremos acabar siendo competitivos, como empezamos”, dijo un DT feliz por el éxito logrado.
Para el entrenador rojiblanco, las claves del triunfo estuvieron en que “los jugadores salieron convencidos de lo que tenían que hacer y les salió todo bien en los primeros minutos”.
El entrenador calificó el ambiente vivido en el estadio Calderón como “muy bonito”.
Bayern Munich sufrió, pero ganó
El Bayern Munich también avanzó a semifinales, pues derrotó 3-1 de local al Manchester United en un partido que comenzó perdiendo y que dominó en los 15 minutos finales.
Tras el empate 1-1 en la ida, el equipo de Josep Guardiola dio otro paso en la defensa del título gracias a los goles de Mario Mandzukic (59′), Thomas Müller (68′) y Arjen Robben (75′). Los ingleses se habían adelantado con un potente remate de Patrice Evra (57′), tras asistencia de Antonio Valencia.
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La estrategia de ambos equipos quedó clara desde el inicio: el Manchester se replegó apostando a la contra e intentando frenar al once ofensivo de Guardiola, que unió a Arjen Robben, Thomas Müller, Franck Ribéry, Mario Götze y Toni Kroos por detrás de Mario Mandzukic: más de medio equipo con vocación atacante. El resultado fue que los ingleses llegaron menos, pero con peligro.
El Bayern llevaba cuatro partidos sin ganar como local ante equipos ingleses, incluyendo la derrota por penales en la final frente al Chelsea en 2012, uno de los recuerdos más crueles.