Diego Maradona es el hombre que se repite en la historia de los grandes logros albicelestes. El 24 de junio de 1990, en Turín, su asistencia a Claudio Paúl Caniggia quedó en la retina de todos los argentinos. La gambeta del ‘Pájaro’ y el gol ante Brasil fueron parte del último éxito de la Selección albiceleste en tiempo reglamentario de la etapa de eliminación directa.
Luego, Argentina eliminó a Yugoslavia e Italia por penales y cayó ante Alemania en la final de 1990.En Estados Unidos 1994, el equipo dirigido por Alfio Basile cayó ante Rumanía por 3-2, por los octavos de final. Ya en Francia 1998, llegaron los penales frente a Inglaterra y la caída ante Holanda, en Marsella, por 2-1.
En Corea-Japón 2002, la selección quedó afuera en la primera ronda y recién en Alemania 2006 pudo volver a jugar la etapa de eliminación directa de un Mundial. Pero el triunfo ante México, en octavos, llegó con un zapatazo de Maxi Rodríguez a los 98 minutos, y en la etapa siguiente el empate frente a los germanos terminó en una eliminación por penales.
Que 20 años no es nada, diría el tango. Carlos Tévez y Gonzalo Higuaín marcaron ante los aztecas y el triunfo en el tiempo reglamentario se repitió como en aquella tarde ‘noventosa’. Diego Maradona es el hombre que se repite en la historia de los grandes logros albicelestes. Ahora, desde el banco.
No obstante, Maradona no se mostró totalmente satisfecho por el triunfo de ayer. La selección mostró una gran contundencia en su victoria sobre México pero regaló el balón en el segundo tiempo, cuando debería haberlo mantenido en su poder.
“No me gustó regalarle tanto la pelota a México en el segundo tiempo, cuando ellos no tienen el pie que tenemos nosotros. Si nosotros agarramos la pelota, el partido habría sido más tranquilo y podríamos haber ampliado el marcador”, dijo Maradona.
Maradona dijo que no lo sorprendió el planteo de México, que en los primeros minutos controló el balón pero cuyo rendimiento decayó después de que Carlos Tévez abriera el marcador a los 25 minutos. “Ganamos un partido donde había mucha tensión, donde nos conocíamos bien los dos pero sabíamos que cuando nos decidiéramos a atacarlos y apretarlos podíamos sacar ventaja y así fue”.
Maradona no quiso, en principio, hablar sobre Alemania, su próximo rival. “Dejame disfrutar de esto. Mañana vamos a pensar en Alemania, hoy no. Poné lo que vos quieras. Escribí vos lo que quieras que diga yo”, expresó en tono molesto el entrenador.
No obstante, ante la insistencia de los periodistas, dijo esto: “Alemania será distinta a México, es más poderosa, pero tenemos con qué ganarle”.
También se molestó cuando le preguntaron qué hubiera sentido si, en lugar de ser a favor el error del asistente Nicola Ayroldi en el primer gol de Carlos Tévez, hubiese sido en contra.
“Yo entiendo la calentura del (DT mexicano Javier) ’Vasco’ Aguirre, pero yo siento lo mismo cuando veo que a Lionel Messi no lo dejan jugar, le pegan y los árbitros no dicen nada. El árbitro Rosetti se dedicó a advertir. La advertencia fue la figura del partido. “Cada vez que toca la pelota Messi le van a las piernas. Le apuntan a la derecha y a la izquierda sin mirar la pelota”, agregó Maradona, quien pidió protección para su jugador.