El High Performance Center de la Universidad de Pretoria, fábrica en que se gestan y pulen los campeones mundiales de rugby sudafricanos, es la concentración que eligió Argentina, que luchó con éxito para quedarse con el mejor centro deportivo de alto rendimiento de Sudáfrica.
“Tuvimos que cerrar rápidamente el acuerdo porque ese mismo lugar era pretendido por Italia, Inglaterra y Alemania, que habían ofrecido mucho dinero”, reveló Humberto Grondona, hijo del presidente de la AFA, quien recibió la colaboración del embajador argentino en Sudáfrica, Carlos Sersale.
Con estrictas órdenes del entrenador Diego Maradona, Bilardo contrató el búnker de la Universidad de Pretoria, tras visitar en abril del año pasado 12 centros deportivos ubicados en Johannesburgo, Ciudad del Cabo y la capital sudafricana, ubicada a 60 km del Soccer City de Soweto, estadio en que se abrirá y cerrará la Copa del Mundo 2010.
Maradona tomó nota que los reyes de la ovalada, los Springboks, concentran y entrenan allí antes de emprender cada gira o encarar los torneos internacionales, ya sea el famoso certamen Tres Naciones o la Copa del Mundo.
El hecho de estar en un centro neurálgico de Sudáfrica tentó al ‘Pelusa’, para evitar desplazamientos largos en un país con infraestructura de transporte aún sin todo el confort del Primer Mundo.
Pero también por la riqueza tecnológica que hay en sus instalaciones, además de que la ciudad es una de las 10 sedes, albergando juegos en el estadio Loftus Versfeld, con capacidad para 50 000 espectadores.
Inaugurado oficialmente en mayo del 2002, el High Performance Center pretoriano de 76 hectáreas se define como complejo de entrenamiento deportivo del mañana, que reúne las condiciones para recibir hombres de clase mundial, con cinco canchas de fútbol, estadio para 3 500 personas que sirve para trabajar a puertas cerradas, un gimnasio de última generación y, además, un hotel cuatro estrellas.
En el primer y segundo piso de la concentración están las salas de recreación, zonas de reunión y las 17 habitaciones dobles recién pintadas, televisión plasma, escritorio y placares de madera.
En los otros dos bloques, separados del edificio principal, se alojan Maradona y su cuerpo técnico. A 1 400 metros sobre el nivel del mar, el centro cuenta con un servicio médico de primer nivel.