En Barcelona no puede haber tiempo para lamentaciones. La ilusión de continuar en la Copa Sudamericana se esfumó, pero la de lograr el título ecuatoriano continúa.
Los dirigidos por el DT argentino Gustavo Costas llegaron lo más lejos que pudieron en el certamen regional, de acuerdo con sus posibilidades. Se quedaron en los octavos de final, tras perder 2-1 ante Gremio, anoche (3-1 en el marcador global).
La misión ya era complicada desde antes del viaje a Porto Alegre por las lesiones que marginaron a jugadores determinantes como Frickson Erazo, Jayro Campos y Roosvelt Oyola. Anoche se sumó a ellos el volante argentino Damián Díaz. Además, en el cotejo de ida, el club canario había perdido 1-0 en Guayaquil.
Ante ello, el cuerpo técnico y la directiva anticiparon que “desde el principio, el principal objetivo siempre fue conseguir el título del Campeonato Nacional”. Esas fueron las palabras de Antonio Noboa, presidente de los canarios.
Esa frase se replicó en el DT argentino, quien destacó que Barcelona no ha conseguido un título nacional desde hace 15 años. “Y esa mala racha es la que queremos superar”, indicó Costas.
Barcelona demostró, a pesar de la derrota y de las adversidades, que tiene un equipo competitivo. En Porto Alegre fue un plantel ordenado, ambicioso y con carácter. No se amilanó ante el Gremio que salió a presionar desde el primer minuto del encuentro.
Costas tuvo la virtud de remendar el equipo en una zaga conformada por Bryan de la Torre, José Luis Perlaza, Pablo Saucedo, el debutante Víctor Valarezo y Miguel Ibarra. Durante el primer tiempo, estos jugadores cumplieron con la tarea impuesta por el estratega gaucho.
Barcelona es fuerte de medio campo hacia adelante. Con la guía de Damián Díaz, el talento de Michael Arroyo y la potencia de Narciso Mina, supo generar peligro en el pórtico gaúcho. A ellos se sumaron con mucha entrega Matías Oyola y José Amaya.
El gol de Mina (54’) abrió las esperanzas para los porteños de continuar en la Copa. Gremio, que en sus filas cuenta con tres ex mundialistas, generó tres chances claras que el golero Máximo Banguera supo resolver con reflejos y ubicación. Pero, la fortuna estuvo del lado de los locales.
Perlaza se barrió procurando evitar el centro, pero desvió el balón y convirtió el autogol que minó el ánimo de sus compañeros, en el minuto 66.
El panorama se complicó más para los toreros cuando Díaz pidió el cambio por lesión, en el minuto 76. El informe preliminar indica que padece de contractura muscular, una información que los médicos canarios afirmarán o negarán en estos días.
Hasta ese momento Barcelona logró someter a Gremio, que se atrincheró y procuró ampliar el marcador con contragolpes. Respiró cuando el 10 canario salió. Ni Hólger Matamoros, Michael Jackson Quiñónez y Juan Carlos Ferreyra tuvieron la influencia que sí marcó el argentino.
El club ecuatoriano ya no fue peligroso y de eso se aprovechó Gremio para salir de su encierro. En el banco técnico tiene a un ‘viejo zorro’ como Vanderlei Luxemburgo, quien incluso dirigió al combinado brasileño y fue campeón de la Copa América.
Finalmente, el sueño de Barcelona se terminó con un golazo de tiro libre de Zé Roberto, uno de esos ex mundialistas (90’). El golero Banguera se lanzó para hacer más espectacular la conquista.
Tras el pitazo final del árbitro argentino Patricio Loustau, en los rostros de los jugadores de Barcelona se notó desazón. Tenían el anhelo de marcar la historia a su favor. “Iremos a Brasil con la convicción de ganar”, anticipó por ejemplo Arroyo, uno de los de mejor rendimiento anoche.
Costas motivó a sus pupilos, recordándoles que tendrán una revancha el próximo año. Barcelona, por haber terminado primero en la etapa inicial del torneo, se aseguró cupos en las copas Libertadores y Sudamericana del próximo año. “Lo importante es que podemos pelear el título nacional y alegrar a nuestros hinchas”, dijo Costas muy sereno.
Tras estas palabras, y según recoge la cuenta de Twitter del relacionador público del equipo, Luigi Macchiavelo (@LuigiMB), “Barcelona salió con la frente en alto del estadio Olímpico Monumental”. Costas tendrá que recomponer a su equipo, que aún padece de lesiones y seguir el camino que se proyectó.