Carlos González Puche.
Nació el 19 de marzo de 1972 en Cali (Colombia). Es abogado de profesión y uno de los fundadores del gremio de futbolistas de Colombia.
Es el secretario jurídico de la Asociación de Futbolistas Profesionales, división América (Fifpro).
Su punto de vista. Considera que los jugadores han ganado representatividad con la creación de las asociaciones de futbolistas.
Los futbolistas en el continente reclaman más representatividad laboral. ¿Qué ha hecho la Fifpro, división América, para suplir esa necesidad?
Garantizarles sus derechos como a cualquier trabajador. Hemos ganado representatividad y respeto frente a los clubes de fútbol. Ahora los equipos respetan al futbolista. Y hemos crecido en el número de las asociaciones afiliadas. En América hay 10 miembros activos y reconocidos. Países como Guatemala, Panamá y Venezuela se encuentran en proceso de afiliación.
¿Qué ha hecho su organización para garantizar que los clubes de América y del mundo cumplan con los contratos que tienen establecidos con los futbolistas?
Vigilar el funcionamiento de las Cámaras de Mediación y Disputa que tienen todas las Asociaciones y Federaciones por sugerencia de la FIFA. Pero lo más importante es que la Fifpro y sus afiliados asumen la defensa legal de sus futbolistas para que los derechos laborales de estos no sean vulnerados. Les hacemos el seguimiento a los casos hasta que los clubes, si es el caso, paguen las indemnizaciones a los futbolistas tal como ocurre con cualquier trabajador que es despedido.
¿Es decir que los jugadores se sienten más fortalecidos?
Así es. Eso no ocurría antes. Por eso los clubes irrespetaban sus compromisos contractuales con los jugadores y como ellos no podían ni defenderse ni exigir un trato justo, los dirigentes terminaban pagándoles lo que les daba la gana. Eso ya no ocurre.
Pero han existido quejas contra algunos de sus afiliados por malos manejos económicos. Paraguay y Ecuador fueron expulsados por esos motivos…
Cuando eso ocurre son investigados inmediatamente y si se comprueba que han existido irregularidades son expulsados. Ecuador y Paraguay perdieron el aval de la Fifpro América. Ustedes (Ecuador) deben cumplir ahora una serie de requisitos para volver a recuperar su afiliación.
¿Y cómo avanza ese proceso?
Sin contratiempos. Hemos comprobado que existe un compromiso claro del presidente Iván Hurtado por recuperar el reconocimiento internacional a favor de sus compañeros futbolistas. Esperemos que pronto vuelvan a la organización.
¿Y qué requisitos debe cumplir la Asociación de Futbolistas del Ecuador para que eso ocurra?
El primero es la realización de una auditoría interna que está en proceso, según lo que hemos constatado. La idea es tener documentos que luego serán entregados a los abogados para empezar una demanda penal en contra de la pasada administración.
¿Es decir, que se comprobó que hubo un perjuicio económico?
Estimamos que ese supera los USD 500 000. El tema es grave porque tal como se denunció el año pasado, hubo jugadores perjudicados. No se les entregó, en algunos casos, el monto completo que los clubes cancelaron por sus demandas.
¿Cuáles son las tareas pendientes en el gremio ecuatoriano?
A más de la auditoría, está pendiente la elaboración de los estatutos y una revisión a las normativas que tienen que ver con los contratos entre los clubes y los jugadores juveniles. Para eso vamos a planificar una reunión en el futuro con el Ministro de Deportes, José Francisco Cevallos y con los directivos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
¿Es decir, que después de que se cumplan con esos requisitos el gremio nacional podrá recuperar su aval internacional?
Esperemos que así sea. Estamos contentos que el esfuerzo que está haciendo Iván Hurtado para que eso ocurra.
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que el gremio de futbolistas ecuatorianos se consolide igual que el uruguayo y argentino, creados hace más de 60 años?
A más de tiempo, se necesita el compromiso de los futbolistas y de quienes dirigen los gremios. Nuestros afiliados tienen que representar con responsabilidad a sus jugadores y estos, a su vez, tienen que sentirse representados y conocer perfectamente cuáles son sus derechos laborales.
Desde junio del 2011 la Asociación de Futbolistas Profesionales de Brasil tiene un nuevo sistema de pensiones para los ex jugadores. ¿Cuán difícil es que otros gremios del continente entreguen ese beneficio?
No es difícil. Se necesita únicamente la iniciativa de quienes dirigen el gremio y su consolidación económica. Es un trabajo de muchos años, pero posible sin lugar a dudas.
¿Y qué se necesita para que Fifpro, división América, alcance la misma representatividad que tienen este mismo organismo a escala mundial?
Necesitamos seguir creciendo al mismo ritmo que lo hacemos actualmente. Con asociaciones comprometidas con la defensa de sus futbolistas. Con dirigentes que hacen respetar los derechos laborales de sus afiliados y con jugadores que se apropian de esos derechos y conquistas.
¿Qué se está haciendo para que los dirigentes de los clubes del continente reconozcan y respeten esos derechos?
Estamos constantemente sociabilizando los derechos que asisten a los jugadores. No solo entre ellos, sino también entre los directivos de clubes. Los avances en este sentido han sido significativos. Pero el esfuerzo que hacemos nunca será suficiente.