Vencieron el maleficio y convirtieron el camino hacia el título en una realidad: el Real Madrid de José Mourinho logró destronar al Barcelona de José Guardiola en el Camp Nou y Cristiano Ronaldo le robó la fiesta a Lionel Messi.
Después de más de cuatro años, el equipo de la capital española consiguió una victoria como visitante en el clásico con el ‘Barça’ (2-1), quebró un predominio azulgrana de tres temporadas y dejó el título de la Liga española de fútbol al alcance de su mano.
[[OBJECT]] El partido no defraudó en intensidad. Quizá no tuvo la calidad esperada, pero la emoción fue sumamente alta. Y si es verdad que estos duelos los deciden las estrellas, se puede decir que Cristiano Ronaldo derrotó a Messi. Y, en la otra parte, Mourinho hizo lo propio con Guardiola, que cayó por primera vez ante el portugués en el Camp Nou.
Siete puntos de diferencia sobre el Barcelona (con 12 puntos por disputarse), récord histórico de goles en un campeonato español y la confirmación de haber encontrado un equilibrio respecto al mejor equipo de las últimas décadas son suficientes motivos para que el equipo comandado por Mourinho celebre el triunfo de ayer en el Camp Nou.
El Real Madrid abandonó por una noche el ritmo avasallador por el cual anotó 109 goles en liga a lo largo del año y hasta llegó a utilizar a Mesut Özil como mediocampista defensivo en la puerta de su área durante más de medio partido, para poder conseguir una victoria a domicilio ante el Barcelona.
El DT Mourinho esta vez fue discreto. Dejó atrás la imagen de sus dedos en el ojo de Tito Vilanova y apareció en escena durante el segundo tiempo únicamente para pedirle a Cristiano Ronaldo que ayudara en la faceta defensiva al resto del equipo.
Cristiano Ronaldo fue el delantero que necesitaba volver a aparecer como salvador de su equipo ante el Barcelona, parecía que el Barcelona volvería a defender su supremacía en un clásico.
El portugués recibió un gran pase de Özil, dejó desparramado al arquero Víctor Valdés y celebró su tanto con la frase “calma”, esa que su equipo tanto necesitaba. Cristiano se consolidó, con sus 42 goles, como el máximo anotador del campeonato y dio un paso vital en su puja para recibir la Bota y el Balón de Oro: solo deberá terminar de definir su suerte en la Champions League.
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El alemán Sami Khedira abrió el marcador al arrebatar a Carles Puyol un balón suelto en la misma boca de gol azulgrana (minuto 17). Pero en la segunda parte, el chileno Alexis Sánchez equilibró al aprovechar un rechazo (70’). Tres minutos después Cristiano Ronaldo marcaba el definitivo 2-1 para su equipo.
El lastre azulgrana estuvo en que nunca pudo imponer su teórica superioridad de trato de la pelota en la medular, donde perdió los balones. A ello le obligó el Real Madrid, que presionó muy arriba desde el comienzo.
Aitor Karanka, ayudante de José Mourinho, afirmó que Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del mundo tras su exhibición en el clásico, aunque pidió seguir trabajando para pelear por todos los títulos posibles. Ni siquiera el triunfo del Real Madrid por 2-1 en el Camp Nou provocó que Mourinho diera la rueda de prensa posterior del choque.
A cambio, compareció el segundo técnico del equipo blanco. Karanka envió un mensaje de mesura, aunque señaló que su equipo aprendió muy bien de los errores en las derrotas anteriores ante el Barcelona.