De los 12 entrenadores que iniciaron la temporada 2011 en la Serie A del fútbol ecuatoriano, cuatro llegaron hasta la culminación. Liga de Quito mantuvo a Edgardo Bauza (argentino), Deportivo Cuenca a Luis Soler (argentino), El Nacional a Mario Saralegui (uruguayo) y Olmedo a Dragan Miranovic (serbio).
Luego de 46 partidos, Saralegui y Bauza fueron quienes en mejores posiciones ubicaron a sus equipos, tras finalizar en la tercera y cuarta casillas de la tabla acumulada. El conjunto militar se clasificó a la repesca de la Copa Libertadores y jugará ante Libertad de Paraguay. El cuadro albo pagó tributo a la seguidilla de partidos nacionales e internacionales.
Soler se ubica en la tercera casilla de los cuatro entrenadores que se mantuvieron vigentes en este año. Al frente del ‘Expreso Austral’ terminó la temporada en la sexta ubicación con 63 puntos, haciendo actuar a ocho juveniles.
Miranovic, quien este año dirigió por tercera vez al representativo riobambeño, fue octavo con su conjunto en el acumulado al contabilizar 56 puntos. Pese a que tuvo más derrotas (18) que triunfos (15) en los 44 encuentros de las dos etapas, contó con el respaldo de la dirigencia del Olmedo. Además sumó 11 empates.
De los cuatro profesionales, Saralegui, Bauza y Soler continuarán en El Nacional, Liga de Quito y Deportivo Cuenca. En el caso de Miranovic, su futuro es incierto en el balompié nacional, puesto que ya no seguirá en Olmedo. El 2012 su puesto será cubierto por DT ecuatoriano Carlos Calderón, quien en la primera etapa de este año dirigió al descendido Espoli.
Según Calderón, los entrenadores casi siempre terminan pagando los errores de los dirigentes, quienes por las presiones de la hinchada y de los medios de comunicación no pueden sostener un proyecto deportivo. Por eso destaca la visión de la dirigencia que pese a las críticas y a los resultados adversos se mantiene firme en el proceso que emprendió.
En la presente temporada, 15 técnicos entre ecuatorianos, argentinos, uruguayos y brasileños quedaron fuera de sus equipos por los malos resultados. Además, seis asistentes de los estrategas salientes asumieron la dirección técnica de manera interina. Uno de ellos fue Diego Ochoa, quien lo hizo en dos ocasiones.
Primero cubrió el vacío dejado por Homero Mistral Valencia (en la primera etapa) y luego del argentino Jorge Habegger (segunda etapa). La dirigencia no lo oficializó como técnico principal pese a los resultados positivos que obtuvo en su primer interinazgo. “Soy un trabajador de Liga de Loja y debo acatar las disposiciones de los superiores”, justificó a la prensa en su momento.
Calderón considera un porcentaje alto la presencia de 31 estrategas durante el 2011 en los 12 conjuntos de la Serie A del fútbol ecuatoriano. “Es un promedio de casi tres técnicos por equipo. Ese no es el camino por el cual deben transitar los técnicos”, reflexiona. Él reconoce que los estrategas también tienen parte de culpa.
Los clubes que siguen procesos a corto y largo plazos mantienen a equipos de la mitad de la tabla hacia arriba, comenta Calderón.
Soler, quien en julio del 2010 inició un proyecto de renovación en el plantel azuayo, reconoce que tuvo una ventaja ante sus colegas. “Pude haberme ido del equipo por cualquier otra cosa, menos por los resultados”. En cambio, la mayoría de los técnicos del fútbol nacional ha sido ‘hijos de los resultados’ y de allí las renuncias o rescisión de contratos.
Homero Valencia, quien inició la temporada 2011 en Liga de Loja y terminó el año ascendiendo al Macará de Ambato, sostiene que el principal problema para la falta de continuidad de los estrategas es la ansiedad de la dirigencia por obtener resultados. “La hinchada tiene mucho que ver en la decisión apresurada que toman los dirigentes de los clubes”.
También comparte el criterio de Calderón sobre la influencia de las críticas de la prensa, que en ocasiones “es sesgada”. El entrenador no juega, sino el futbolista en la cancha. La tarea del adiestrador es trabajar para que los jugadores traten de interpretar de la mejor manera su estilo de juego. “Hay que tener personalidad para no dejarse influenciar cuando hay críticas negativas”, agrega.
Valencia, quien con Macará volverá a dirigir el 2012 en la A, destaca la madurez de la dirigencia de Liga de Quito que a pesar de las presiones supo evadir el mal temporal para mantener en el puesto a Bauza, en los dos últimos años. Igual actitud tuvo con Jorge Fossati y por eso ha conseguido éxitos a escala internacional. Esa misma actitud tienen otros como El Nacional y Deportivo Cuenca.