Facundo Martínez, mediocampista del cuadro
‘camaratta’, realiza ejercicios en su casa, en Cumbayá. Foto: cortesía
La mañana del viernes 27 de marzo del 2020, los jugadores del primer equipo de Universidad Católica tuvieron que conectarse para recibir una teleconferencia. Desde Colombia, el especialista Christian Quiceno disertó sobre una situación que los jugadores atraviesan desde hace 10 días: las consecuencias de no entrenarse con normalidad (el desentrenamiento) y cómo sobrellevarla.
En su exposición, Quiceno habló sobre cómo, en promedio, un deportista élite puede perder hasta un 3 por ciento de su masa muscular en situaciones de paralización de sus actividades normales. También se complican elementos vitales en su trabajo como la explosividad y la velocidad. Dio consejos a la plantilla y los exhortó a seguir cuidándose y manteniéndose fuerte pese a la dura cuarentena por el avance del virus covid-19.
Desde el lunes 9, los futbolistas trabajan con una tabla de ejercicios en sus domicilios. El preparador físico Juan Carlos Ángel fue incluido en el grupo de chat de los futbolistas y en dicho espacio comparte videos e indicaciones que deben cumplir para mantener la forma deportiva.
El equipo monitorea la condición física, psicológica y también nutritiva de su plantilla. En ello, el uso de la tecnología ha sido vital. Además de la charla con Quiceno, el equipo ha capacitado a sus jugadores sobre qué alimentos comer o cómo prepararlos. Dichas recomendaciones las hizo la nutricionista del equipo profesional, Fabiana Corobo. La intención es que los jugadores puedan cumplir con los ejercicios y mantengan sus hábitos de vida sana.
En los últimos días, el preparador físico Ángel enfocó los ejercicios en mantener la capacidad aeróbica de los futbolistas. Las rutinas incluyen trabajos preventivos, activaciones del tren superior, inferior del cuerpo, además de ejercicios con balón.
Pero todas las medidas no alcanzarán para que los jugadores puedan retomar inmediatamente su actividad deportiva, una vez superada la cuarentena. Así lo reconoce el propio Ángel. “Nos hará falta trabajar algunas semanas más, luego de que termine el aislamiento domiciliario antes de volver a competir, reconoce el colombiano, mano derecha del técnico Santiago Escobar.
El volante Andrés Chicaiza ha compartido la rutina. Facundo Martínez, el capitán, cuenta desde su casa en Cumbayá que una de las claves del proceso es intentar no sobreentrenarse. “Puede ser más complicado hacer un trabajo de más alta intensidad. Los profesores nos envían los videos con los ejercicios que vamos a realizar y nosotros lo cumplimos”. El mediocampista posee en su casa mancuernas, una pequeña barra para colocar pesas, cintas elásticas, pesas rusas…
Martínez cumple la cuarentena con su esposa Valeria Mauro y sus hijas Isabela y Olivia. Antes de que comenzase el aislamiento, Mauro realizó abundantes compras de alimentos para el hogar que aún no se acaban. La familia solo ha tenido que pedir más frutas y verduras en los últimos días.
Ángel se mostró agradecido por el compromiso mostrado por la plantilla que esta temporada intenta lograr objetivos ambiciosos: volver a la Copa Libertadores, tras tres décadas de ausencia y mantenerse en los primeros puestos del torneo local. A diferencia de años anteriores, según el entrenador Escobar, la plantilla tiene más opciones de cambio, puesto por puesto.
Actualmente, el equipo marcha en el tercer lugar con ocho puntos y un partido menos. Su partido de la quinta fecha ante Emelec, quedó suspendido hace 15 días. Allí empezó la cuarentena y los controles y charlas virtuales a los futbolistas.