Los jugadores durante sus entrenamientos en el complejo de Carcelén. Foto: Carlos A. Rojas / EL COMERCIO
La práctica del Deportivo Quito del 15 de marzo del 2016 parecía de lo más normal. Los jugadores se entrenaron como si estuvieran al día en los pagos o como si el club no tuviera problemas dirigenciales.
Los chullas se ríen, corren, se esfuerzan en el campo de entrenamientos de Carcelén. No obstante, el elenco quiteño atraviesa por uno de los momentos más difíciles de su prolongada crisis.
En este momento la AKD no tiene presidente ni gerente, entre otros directivos, por la renuncia pública de Patricio Alvarado y Bladimir Dávila que estaban en las mencionadas funciones.
Para remediarlo se ha convocado a una Asamblea Extraordinaria para el próximo 21 de marzo en el Complejo de Carcelén a las 17:00.
Mientras tanto, los jugadores tratan de mantenerse al margen de los problemas. Ellos aseguran que ingresan a la cancha, a los entrenamientos y a los partidos, con el objetivo de encontrar su mejor forma física y técnica para encarar así los partidos de la Serie B. Así lo confirmó, por ejemplo, Marcelo Argüello, argentino que anotó en el último partido en el empate 1-1 ante Colón en Portoviejo.
El delantero no anotaba desde el 2014, razón por la cual gritó con júbilo el tanto en el estadio Reales Tamarindos.
Se conoce que los deportistas y los trabajadores no han cobrado sus sueldos. Los futbolistas intentan aguantar. Una manera de hacerlo es a través de pequeños préstamos que algunos jugadores hacen a otros.
La ‘Academia’ jugará el sábado 19 de marzo ante Imbabura, en el estadio Olímpico Atahualpa, a las 16:00.