El secretario general de la FIFA Jerome Valcke (izq) toma el balón Brazuca junto a Joseph Blatter presidente de la FIFA. AFP
.log-gg{width:20%;}.log-gg img{padding-right: 10px;}
La organización sin fines de lucro, que nació para expandir el fútbol, la FIFA, está bajo la mirada del mundo desde que se puso a rodar la pelota en el Mundial de Fútbol de Brasil.
Antes de partir y sin meter ni un gol, la gran ganadora de este evento será la FIFA. La Copa del Mundo 2014 lleva tres años dejando importantes ingresos.
De acuerdo con los propios balances de la entidad, la cifra ya asciende a unos USD 3 000 millones. Esto si se suman los ingresos generados entre el 2011 y el 2013 por derechos televisivos, marketing, derechos de hospitalidad y licencias asociadas al Mundial de Brasil.
Según cálculos de Euroamericas Sport Marketing, el monto final recaudado por este evento ascendería a unos USD 4 900 millones.
Entre el 2007 y el 2010, por el Mundial de Sudáfrica, la FIFA recaudó USD 3 655 millones. El ente rector del fútbol, en reservas monetarias, suma USD 1432 millones.
Un balance sobrio, si se lo comparara con una empresa multinacional. Pero no hay que olvidar que la FIFA no es una compañía que reparta dividendos a sus socios.
Es una ONG (Organización no Gubernamental), creada bajo las normas suizas, que recibe ingresos por los productos que vende, vinculados principalmente al espectáculo de sus competencias -la mayor es la Copa del Mundo-, y que entrega beneficios a las 209 asociaciones afiliadas.
Ninguna asociación realiza aportes a la FIFA. Es al contrario. La FIFA tiene programas de desarrollo. Destina recursos para que las asociaciones postulen a distintos proyectos.
Por ejemplo, los proyectos GOAL (de infraestructura). De hecho, la ampliación reciente del edificio de la Asociación de Fútbol de Chile fue con un proyecto GOAL por USD 500 000.
En Ecuador, la Casa de la Selección también fue construida con recursos de este proyecto.
En su estado financiero, la FIFA dice que el 72% de los USD 1 314 millones gastados en el 2013 se destinó al fútbol. Esta cifra se desglosa en USD 757 millones que se invirtieron en la organización de campeonatos y 183 millones de gastos relacionados con el desarrollo del fútbol.
Los restantes USD 374 millones fueron a parar a gastos operacionales y financieros de la Federación.
Gastos operativos al alza
La FIFA ha ido creciendo a pasos agigantados, no solo en su influencia mundial, sino que también en su cantidad de personal, sus instalaciones y su lujo.Se fundó en 1904 con solo siete países europeos, y hoy agrupa a 209 asociaciones de fútbol de los cinco continentes.
El organismo, a fines de los años 70, empleaba a menos de 10 personas a tiempo completo. Cuando entré a la FIFA el año 1993, yo era como el número 27 de la organización.
Éramos 30 personas, y hoy son 400, pero todo era a una escala distinta. Cuando llegué, había un abogado, ahora hay todo un departamento legal.
Hay más competencias y más programas”, dice Harold Mayne-Nicholls, expresidente de la Asociación de Fútbol chileno y exfuncionario de la FIFA hasta 2012, donde fue jefe de prensa.
Él da como ejemplo del crecimiento los cursos que dictó la entidad en el mundo, que en 2007 fueron 62 y cinco años después, ya eran 405.
Las instalaciones en Zúrich también han crecido
Mayne-Nicholls recuerda que él partió en un edificio de oficinas, luego compraron un edificio de al lado, y en el 2007 participó de la inauguración de la actual “Casa de la FIFA”, ubicada en el cerro Zurichberg, en Zúrich.
“El discurso inaugural en nombre de todos los países del mundo lo di yo”, cuenta.
El corte de cinta era el de un moderno edificio de 44 000 metros cuadrados, que además de oficinas cuenta con gimnasio, spa, una sala de meditación y un auditorio flotante con capacidad para 210 personas.
El suelo del hall de acceso es de mármol, y el de la sala de reuniones del Comité Ejecutivo es de lapislázuli. En el exterior, además de campos deportivos, hay jardines que albergan plantas de los cinco continentes.
Según Mayne-Nicholls, el edificio le está quedando chico a la FIFA, y hay funcionarios que trabajan en otras dependencias, como los traductores, que traducen a cuatro o seis idiomas toda la correspondencia de la Asociación.
En el 2013, en la FIFA trabajaron 452 empleados, y el gasto en personal llegó a USD 102 millones. Si se hiciera una división equitativa, cada uno de los empleados habría recibido al año casi USD 226 000.
Pero como en toda organización, los sueldos difieren y los más altos se los llevan su presidente, el suizo Joseph Blatter, y el secretario general, el francés Jérôme Valcke.