Reconocimiento de la cancha del estadio Arena Da Baixada de la ciudad de Curitiba. En la foto, Orlando Caicedo, psicólogo de la Selección ecuatoriana de fútbol. Foto: Patricio Terán /EL COMERCIO
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Ecuador está a pocas horas de enfrentarse con Honduras en un partido clave.
¿Cómo ha visto al grupo? ¿El profesor Reinaldo Rueda está ‘tensionadito’ como dicen los colombianos?
Yo diría mejor que el profesor Rueda tiene ansiedad, que es la sensación más apropiada para nosotros que estamos en el fútbol.
Pero, él está bien con los nervios templados y como suele estar regularmente, dispuesto a dar lo mejor para la Selección y el país.
¿Por qué ansiedad?
Ansiedad porque esperamos que llegue el día del juego, ansiedad para que se den los resultados que se planificaron. Eso no se transmite en ningún seleccionado porque ellos también están ansiosos.
¿Cuán difícil le resulta a un jugador asimilar una victoria o, en el caso de este Mundial, una derrota como la del domingo ante Suiza?
Ellos saben que ahora no tienen opción. El futbolista está sujeto a ganar un fin de semana y al siguiente puede perder, por lo que es necesario contar con un temperamento que sea el regulador para levantarse inmediatamente.
El ecuatoriano tiene ese coraje para levantarse y ganar.
¿Los seleccionados reaccionaron inmediatamente después de la caída?
Aquí lo más importante es la forma como ellos se comprometieron y adoptaron una idea, un pacto de entregarse en cada juego.
¿Usted hizo charlas en grupos o individuales de motivación para levantarles la estima?
A veces no es necesario dar charlas grupales, porque cualquier profesional se siente incómodo en una conferencia en la que se analizan virtudes, errores y se dan ejemplos. Eso en la Selección lo hacemos de forma individual y en ocasiones participamos en las charlas generales.
¿Cuál es la razón para realizar estas acciones?
Hay que tener en cuenta que son 23 personas (futbolistas) con pensamientos distintos y ellos son especiales.
Es como en cualquier empresa, donde se trata de manera distinta a cada empleado, de acuerdo a su forma de ser. Los técnicos también hacen labor de psicólogos en los equipos.
¿Cómo comparten esta actividad con Rueda?
Trabajo con Reinaldo Rueda desde hace 10 años. Estuvimos en Honduras, donde nos fue bien.
Él en su espacio con su liderazgo, con su capacidad de llegarle al jugador y convencerlo de su idea y yo, en el mío motivando a los seleccionados, hurgando sobre muchas cosas que puedan afectar su rendimiento. Intentamos movernos así.
¿El deportista no llega a ver la inmersión de un psicólogo como una invasión a su espacio?
Puede que alguno lo vea de esa forma. Pero todos los seres humanos tenemos distintos momentos en los que nos encontramos con virtudes que a veces no las aprovechamos.
Y cuando tenemos problemas nos centramos en los mismos. El jugador ecuatoriano ha asimilado el trabajo de un psicólogo como algo normal en su actividad. No tengo problemas en el trabajo diario con el grupo.
Michael Arroyo fue señalado como uno de los ‘culpables’ de la derrota ante los suizos. Recibió insultos e incluso cerró su cuenta de Twitter. Usted dialogó con él en esta semana,
¿En qué aspectos trabajó con él?
Michael es especial y hemos hablado muchas veces, pero por respeto al futbolista y a la persona no puedo divulgar mis conversaciones. Lo que puedo garantizar es que él ya está bien.
El futbolista está más expuesto a críticas a través de redes sociales,
¿Cómo canalizó este tema?
Ellos son maduros. Son buenos seres humanos, sensibles, lloran como cualquiera de nosotros, pero son fuertes porque algunos tuvieron carencias que las transformaron en metas.
Y la sociedad actual, a través de distintas formas, a veces es tan radical con los cuestionamientos al deportista. Pero el reto está precisamente en levantarse y saber enfrentar esas críticas.