‘Paso a paso’ se ha convertido en lema cafetero

El entrenador de la selección Colombia, José Pékerman (centro), observa a sus jugadores durante un entrenamiento en Cotía (Brasil). EFE

El entrenador de la selección Colombia, José Pékerman (centro), observa a sus jugadores durante un entrenamiento en Cotía (Brasil). EFE

El entrenador de la selección Colombia, José Pékerman (centro), observa a sus jugadores durante un entrenamiento en Cotía (Brasil). EFE

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Abrir los periódicos. Ver una y otra vez los análisis tácticos de los canales deportivos en Brasil -con hologramas en tamaño real y el presentador caminando entre los jugadores: un descreste total-. Mirar portales de Internet, redes sociales, fotos.

En fin, cerrar los ojos, recordar, abrirlos otra vez y saber que es cierto, que Colombia ha dado su propio ‘Maracanazo’ frente a Uruguay y que, por primera vez, está entre los ocho mejores equipos de la Copa del Mundo.

Se dice tan rápido que es difícil tener una dimensión real de lo que pasó la noche del 28 de junio en Río de Janeiro. ¡El capítulo más feliz de nuestra corta -y pobre- pero tan intensa historia futbolística!

Sin embargo, por mucho que el cuerpo siga sintiendo los efectos de este ‘guayabo colectivo’ de felicidad, el torneo sigue su curso y a la vuelta de la esquina hay otro reto, un tal Brasil.

Ese es el mensaje de los jugadores de la Selección de Colombia. “Hay que tener confianza, seguir con las mismas ganas de trabajar y tener tranquilidad.

Sabemos lo que se está generando, pero nosotros debemos tener mucha calma, no perder nunca de vista el objetivo, que es Brasil”, dijo Abel Aguilar.

“Vamos todos paso a paso”, señaló Víctor Ibarbo. “Hay que tener mesura. Sabemos que estamos haciendo las cosas de la mejor manera, pero esto es partido a partido. Ahora hay que disfrutar este triunfo y ojalá seguir avanzando”, afirmó Adrián Ramos. “Vamos con calma, paso a paso, cumpliendo nuestro sueño”, aseguró Camilo Zúñiga.

Paso a paso. Lo dicen y lo repiten desde hace 20 días, cuando llegaron a la sede de Cotia. Es otra de las lecciones, una más, que han aprendido hasta aquí del técnico argentino José Pekerman.

Claro, eso no quiere decir que no se alegren igual. Es solo que, como protagonistas, no les queda bien despegar los pies del piso con 47 millones de colombianos más.

“Estamos contentos, pero en cada partido hay que demostrar que este es un equipo con hambre, con sueños, que hace las cosas bien, gracias a Dios”, afirmó Ibarbo.

Y va un poquito más allá: “Siempre lo digo, nosotros apuntamos lo más lejos posible, pero siempre pensando que esto es partido a partido”.

La experiencia, el rango y el mando le permiten a Mario Yepes una pizca más de euforia. “Estamos felices, contentos, por nosotros y por Colombia, asimilando la victoria y ahora a descansar y esperar para planear la otra final”, dijo.

La conciencia de lo que han logrado, que “ya es grandísimo”, contrasta con una cualidad única de esta generación de jugadores. “Sí que estamos asimilando todo esto; somos maduros y sabemos lo que estamos haciendo”, afirmó Yepes, para quien este Mundial permite vivir casi una segunda juventud.

“No corro como uno de 15, pero sí como uno de 25 (tiene 37). El techo es llegar lo más lejos posible”, sostuvo. Así, amarrados al suelo, aunque el corazón quiera dar zancadas, se vive el éxito en la Selección.

“Seguimos con esa idea -el paso a paso-; no podemos pensar más allá porque tenemos a Brasil; no podemos estar pensando en finales. Ahora estamos en cuartos; obviamente lo que hay es mucha motivación, pero con tranquilidad, porque es un partido bastante duro”, concluyó Aguilar.

Así, Colombia se llena de paciencia, esperando dar otra sorpresa en el Mundial, esta vez ante el equipo anfitrión. El encuentro de cuartos de final se jugará este viernes, a partir de las 15:00, en el estadio Castelao de Fortaleza.

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