Nigel de Jong de Holanda disputa el balón con el argentino Javier Mascherano. Foto: AFP
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Si bien Argentina y Alemania llegan a la final con un rendimiento parejo del 88,8% en el Mundial, son los germanos quienes parten como favoritos por su desempeño colectivo.
Ambos sumaron cinco victorias y un empate. Sin embargo, los europeos han sido más letales, pues han convertido 17 goles y han recibido cuatro. Los gauchos, en cambio, marcaron ocho tantos y recibieron tres.
¿Cómo frenarán los argentinos esa potencia alemana e inclinarán la balanza a su favor? Jorge Célico, técnico argentino de Universidad Católica, considera que el planteamiento debe ser similar al que le hizo a Holanda. “Debe mantener la misma formación de 4-3-3, buscando el equilibrio adecuado”, analizó.
Juan Manuel Llop, técnico argentino del Manta, asegura que el partido será diferente porque “Alemania no tendrá tanto respeto como los holandeses”, además de que tienen “un sistema definido con jugadores con buen desempeño en cada puesto”.
Para que Argentina pueda contrarrestarlo, “tiene que cerrarle los espacios a los talentos de Müller, Özil, Schweinsteiger, Khedira y Klose y tener salidas limpias”.
“(Lionel) Messi tendrá mayores posibilidades de moverse. Alemania piensa más en sí, más que en el rival”, agregó.
Luis Soler, técnico gaucho que vive en Quito, agrega que los albicelestes “deben cuidarse de los tiros libres porque tiene jugadores altos”.
Y para atacar, Argentina “tiene que mejorar el rendimiento colectivo, con la tenencia del balón. Y las individualidades deben aparecer, sobre todo Messi, más el corazón de Mascherano”. Para él, los partidos “también se ganan con actitud”.
Mientras que Gustavo Quinteros, DT de Emelec, sostiene que Argentina tendrá más espacios para contragolpear porque Alemania “siempre propone. Las individualidades deben aparecer”.