Juan Valencia es marcador derecho en la Sub 19 del Independiente del Valle. Él sueña con debutar en Primera con los rayados. Foto: Carlos A. Rojas/ EL COMERCIO
Juan Valencia ha visto cómo la mayoría de sus amigos y compañeros, con quienes llegó a integrar las divisiones formativas para menores de 12 años en el Independiente del Valle, se han ido por uno u otro motivo. Cuando el esmeraldeño arribó al club, proveniente del Norteamérica, no sabía leer ni escribir.
Sus amigos de la pelota lo ayudaban a descifrar las letras de los artículos que hablaban del brasileño Dani Alves, defensa del
FC Barcelona, quien es “mucho marcador… yo también soy mucho marcador…”, explica con una sonrisa el deportista que ahora, con sus 16 años, gusta del estudio.
Cuando recuerda que hasta hace solo unos años sus amigos debían leer por él, se motiva para aplicarse en las clases que realiza en las tardes, después de los entrenamientos, en el mismo complejo deportivo de los rayados. “Ahora es diferente, estoy en décimo y me gusta estudiar”.
Oriundo de Buenos Aires, un “pueblito de San Lorenzo”, entre sus motivaciones para triunfar en el fútbol está ayudar a su mamá y a sus nueve hermanas. Él fue el único varón y de alguna manera siente que debe responder por ellas.
“En el 2011 llegamos con 11 amigos… la mayoría estuvimos hasta la Sub 14 porque ya en la 16 no se pudieron quedar… gracias a Dios me eligieron a mí y continúo… ojalá pueda seguir hasta que juegue en Primera… mi mayor sueño es debutar en Independiente, no en otro equipo, yo quiero jugar aquí”.
Juan Valencia y el golero Estéfano Pico. Ambos participaron con un grupo del Independiente que viajó a Muisne para entregar donaciones a personas afectadas por el terremoto. Foto: Carlos A. Rojas/ EL COMERCIO
Independiente se ha convertido en más que un club para él y otros jugadores. “Es un buen jugador y un gran chico”, comentó Roberto Arroyo, coordinador de las formativas. Con él precisamente, otros trabajadores y el arquero manabita
Estéfano Pico viajaron la semana pasada hacia Muisne (Esmeraldas) para entregar ayuda a personas damnificadas por el terremoto.
“Repartimos cosas en Chamanga a gente que está pasando malas situaciones ahora, que ha perdido sus casas, a sus familiares… repartimos agua, comida, colchones… es algo que no deseo a nadie, es una tragedia muy fea.
Quise llorar pero me aguanté para dar fuerza a la gente, para que sepan que estamos unidos, que somos un país, que saldremos adelante estando todos juntos”.
La rutina en Independiente empieza temprano para los jugadores residentes como Juan. El desayuno está listo a las 07:30 y a las 08:30 ya comienzan los entrenamientos. Los estudios se realizan en las tardes y algunos días se extienden hasta las 20:30.
Juan Valencia fue delantero en sus inicios, pero cuando subió a la Sub 16 tuvo una oportunidad de mostrarse como marcador derecho. Lo hizo bien y desde entonces se ha afianzado en el puesto.
“Juego en la misma posición de Dani Alves. Me gustaría conocerlo o enfrentarlo cuando debute en Independiente… Aquí me han dado todo lo que he necesitado… el fútbol es mi vida.
Antes de jugar mi mamá me hablaba por las cosas que hacía, me decía que debo ir por el buen camino… antes armaba trampas para cangrejos o cosechaba con mi mami los cocos, pero siempre primero fue el fútbol… desde niño yo tenía el balón en la cama…”.