Gabriel Cortez (centro) celebra el gol que le dio la clasificación a Independiente del Valle a la siguiente fase de la Copa Libertadores. Foto: AFP
Gabriel Cortez se tomó fotos con Alexi Lemos y Carlos Cuero, antes del vuelo que llevó al Independiente del Valle a Paraguay, el martes. Ellos son dos de sus amigos de equipo que conocen de sus ‘locuras’ y de su lucha por ascender de las juveniles al plantel principal.
A la residencia del equipo de Sangolquí ya llegó con el sobrenombre de ‘Loco’, en el 2009. Ese apodo se lo ganó en las calles del centro de Esmeraldas, su ciudad natal. Ahí, ya daba muestras de su talento para conducir el balón.
El club Norteamérica, de la Segunda categoría del Guayas, lo reclutó en su niñez y lo trajo al plantel de Sangolquí. En la residencia del actual subcampeón de la Libertadores, el esmeraldeño empezó a llamar la atención de los entrenadores por su manejo de la pelota y, también, por su carácter alegre y, en ocasiones, impulsivo.
Cuenta Roberto Arroyo, director de las divisiones formativas del Independiente, que Cortez, en ocasiones, llegaba un día tarde a los entrenamientos. “Tuvimos que corregirle. Pero él siempre fue un buen muchacho”, expresa el ecuatoriano que ha visto a decenas de talentos pasar desde las formativas al plantel principal.
Juan Carlos León, técnico de las juveniles del cuadro negriazul, también dirigió al volante, quien ahora tiene 22 años. ‘Pechón’, como es conocido el DT, cuenta que habló con el talento para que mejorara y se afirmara en el club.
Llegar al equipo de Primera era la principal ilusión del mediocampista. Sin embargo, al inicio -en el 2009- pensó en retornar pronto a su ciudad. Ahí intervino su madre, Elsa Casierra, quien le dijo: “Mijo, vaya y esfuércese para que nos saque adelante”.
Esas palabras le impulsaron a continuar en sus propósitos. Empezó en la categoría Sub 16 del Independiente. Pasó por la Sub 18 y escaló al equipo de la Reserva hasta que su gran salto a Primera ocurrió en el 2012. Ese año, debutó en la Serie A, ante Deportivo Cuenca, bajo la tutela del entrenador ecuatoriano Carlos Sevilla.
Los entrenadores siempre le utilizaron como mediocampista ’10’ o como un extremo por el costado derecho. Desde ahí, empezó a desplegar su fútbol alegre de gambetas y pases de gol a sus compañeros. Sin embargo, su consolidación como titular en el plantel estelar llegó recién el año pasado, cuando se marcharon Bryan Cabezas (al Atalanta de Italia) y el entrenador uruguayo Pablo Repetto.
Cabezas era uno de los preferidos de Repetto por su velocidad y su ‘tranco’ largo por el sector zurdo. Con su salida, quedó un puesto vacante que lo asumió Cortez, quien en 104 partidos de la Serie A acumula 24 anotaciones.
Hace una semana, Cortez arrancó como titular ante Olimpia de Paraguay, por la ida de la segunda fase de la Libertadores. Y fue el que más ensayó remates al arco rival (4).
Hoy, en la revancha entre ambos planteles (18:45), en el Defensores del Chaco, Cortez quiere hacer otra locura y volver a Quito con la clasificación a la tercera fase de la Copa.