El DT alemán Joachim Löw quiere evitar que su equipo, campeón mundial, caiga. Ahora busca un cambio generacional. Foto: EFE
¿Otra campeona del mundo atormentada por las dudas? Alemania quiere evitar la suerte de España, y por eso el técnico Joachim Löw está aprovechando las eliminatorias a la Eurocopa 2016 para reformar el equipo que se llevó el título en Brasil 2014.
El partido de mañana, 14 de octubre, ante Irlanda en Gelsenkirchen ofrecerá al entrenador otra oportunidad de probar a los jugadores de una nueva Alemania, aunque con más presión de la deseada después de la sorpresiva derrota por 2-0 ante Polonia el sábado en Varsovia.
El mayor desafío de Löw es cubrir al capitán Philipp Lahm, que dejó la selección tras ganar el Mundial. Los jóvenes Antonio Rüdiger y Erik Durm no convencieron ante Polonia, pero Löw, amigo de las apuestas a largo plazo, los mantendrá como laterales mañana.
“Cuento con ambos para este partido. Y seguro que también en noviembre. En este momento son la primera opción“, señaló hoy el técnico, que admitió la dificultad de encontrar “un reemplazo adecuado” para una pieza clave como Lahm.
Pero más que la defensa, el partido en Polonia preocupó a Löw por la falta de contundencia ofensiva de un equipo ya sin Miroslav Klose, retirado, y con Marco Reus aún lesionado, Thomas Müller disperso y Mario Götze demasiado irregular.
“Concretar las jugadas de gol sigue siendo el tema. El juego fue absolutamente correcto”, reconoció Löw sobre un equipo que en Varsovia disparó 28 veces al arco y se fue sin marcar.
El técnico volverá a alinear mañana a Karim Bellarabi, que en su debut como internacional el sábado ante Polonia fue la mejor noticia de la noche para Alemania y mostró ambición y potencia suficientes como para ganarse un lugar en el once.
El director deportivo Oliver Bierhoff descartó grandes cambios en el equipo al considerar que la falta de gol “es sólo una cuestión mental”.