Los futbolistas reclaman cada semana sus salarios atrasados a través de un gremio. La Ecuafútbol se sostiene con normas arcaicas y legisla a medias…
Ese escenario refleja la crisis económica e institucional que atraviesa desde hace más de una década el fútbol del país. Se hicieron comunes las cartas en la Federación, institución que casi nada hace por el principal recurso humano que tiene el fútbol: el jugador.
Es necesario puntualizar que la crisis económica va más allá de la Serie A, donde ya se conoce que los clubes adeudan millones de dólares. En la Serie B y en la Segunda categoría hay cientos de dramas con futbolistas que también reclaman sus salarios desde hace meses (ver informe de la página A2); donde los dirigentes les hacen firmar roles sin pagarles; donde solo cobran tres meses en un año.
Ante estos dramas nada hacen los dirigentes de clubes. Solo aparecieron con una propuesta. La Liga Profesional, que terminó solo en una campaña para restarle poder a Luis Chiriboga, anterior presidente de la FEF y hoy procesado judicialmente por el ‘FIFAgate’.
Después de eso, las reuniones desaparecieron, quedaron solo en intereses regionales. Por un lado están Barcelona, Emelec, River; por otro, LDU, Católica, El Nacional… Es necesario recalcar que los dirigentes desaprovecharon la oportunidad histórica de crear un nuevo modelo de gestión y prefirieron quedarse en uno arcaico.