Sebastián Abreu puso ‘como locos’ a los hinchas de Aucas

Santiago Mallitasig (izq.), capitán de Aucas, festeja su gol ante Deportivo Cuenca. Lo acompaña Sebastián Abreu, quien debutó en el estadio Gonzalo Pozo. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO

Santiago Mallitasig (izq.), capitán de Aucas, festeja su gol ante Deportivo Cuenca. Lo acompaña Sebastián Abreu, quien debutó en el estadio Gonzalo Pozo. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO

Santiago Mallitasig (izq.), capitán de Aucas, festeja su gol ante Deportivo Cuenca. Lo acompaña Sebastián Abreu, quien debutó en el estadio Gonzalo Pozo. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO

Sebastián Abreu no cree en la mala suerte, pero sí en las locuras que él puede originar dentro de un campo de juego y en los graderíos de un estadio.

Esto lo volvió a demostrar en su debut en Aucas. El uruguayo ayer utilizó su botín izquierdo para pisar el césped del estadio Gonzalo Pozo ante los cerca de 4 000 aficionados que estaban urgidos de que su equipo, ¡al fin!, alcanzara su primera victoria en el Campeonato.

El delantero apareció con la camiseta con el número 13 en su espalda y con un protector de dientes de color verde que tenía inscritos el 13 y la palabra ‘Loco’. Así, solo su presencia garantizó un atractivo para los aficionados y un gancho comercial para que el club oriental recibiera más auspicios en esta primera etapa del torneo.

Solo con el fichaje de Abreu, las empresas PetroComercial, Big Cola y CNT se sumaron a los auspiciantes del plantel que, este año, presupuestó gastar USD 3 300 000. De hecho, en el debut de ‘El Loco’, Big Cola ya apareció en el uniforme del equipo como uno de sus nuevos patrocinadores. Con esto, Aucas sustenta sus gastos y los del uruguayo que, en tres meses, recibirá menos de USD 100 000 de sueldo.

En su debut, el goleador, de 38 años, sentiría los efectos de los
2 850 metros de altitud en el partido y que fallaría un penal en su estreno en Ecuador ante Deportivo Cuenca.  La víspera del cotejo, el entrenador Juan Ramón Silva había decidido incluir al atacante en el equipo titular. El técnico mantuvo su decisión y envió al charrúa desde el inicio, algo que ‘puso como locos’ a los aficionados que llegaron al escenario con banderas, matracas y afiches con las imágenes del exseleccionado uruguayo.

Abreu, quien marcó un gol de penal en el Mundial de Sudáfrica 2010 ‘picando’ la pelota, apeló a su experiencia para evitar que los estragos de la altitud lo afectaran demasiado.
Se ubicó entre los defensas rivales y no se esforzó para marcarlos cuando estos tenían el balón.

Eso le ayudó a dosificar sus energías y a hallar opciones para habilitar a sus compañeros.  Así, ‘arrastraba’ marcas en el área rival, mientras Ángel Ledesma, el juvenil Nelson Lara, Juan Marcarié y Santiago Mallitasig se esforzaban por crear juego ofensivo. Pese a esto, Aucas era impreciso para controlar la pelota.

Los jugadores del Cuenca aguardaban para el contraataque. Esa estrategia se desbarató cuando Lara desbordó, envió un pase que no alcanzó a rematar Abreu, pero sí Santiago Mallitasig (a los 22 minutos).

El Cuenca mantuvo su estrategia, pese al gol. Eso hasta que Jairo Padilla (quien entró en el segundo tiempo) fue derribado. Abreu ejecutó el tiro penal y -¡qué locura!- estrelló su remate en el poste del arco sur. Desde la banca, el preparador físico Jorge Hernández hizo una señal a Abreu. El delantero se percató del aviso de su compatriota, quien fue clave para su llegada, y le pidió que lo dejaran más tiempo en la cancha.

Había mucha urgencia de los locales por marcar otro gol. Entonces, Christian Hurtado marcó un golazo, el segundo del ‘Papá’ y el del triunfo (2-0) .  Al final, el uruguayo completó todo el partido y se convirtió en el futbolista extranjero número 55 en jugar en un club del Ecuador. Antes, lo hicieron Marcelo Trobbiani, Iván Valenciano, Marcelo Delgado...

Abreu se abrazó con Ramiro Gordón, administrador del club oriental y aplaudió a los hinchas que lo vitorearon. Aucas obtuvo su primera victoria luego de ocho fechas.

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