Santiago Ribadeneira contará con el apoyo de Jaime Espinosa, vicepresidente. Foto: Jenny Navarro
Santiago Ribadeneira fue elegido presidente y desde este lunes 11 de agosto, intentará poner la casa en orden. Aquello lo dijo alzando el tono de su voz y sin titubear.
El primer paso consistirá en nombrar a AKD SA como administradora. La misión de esta sociedad anónima será abrir su capital y vender acciones para iniciar la generación de recursos que permitan cambiar la realidad del equipo. Deportivo Quito figurará como primer accionista.
En eso, precisamente, consiste el nuevo modelo de gestión que Ribadeneira pondrá en marcha en el club quiteño. Lo hará después de conversar con los jugadores y con miembros de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Ribadeneira tuvo una charla con Luis Chiriboga, presidente de la FEF, el pasado martes. Allí hablaron de la implementación de ese modelo. El directivo salió satisfecho porque la “legislación ecuatoriana” le permite continuar y Chiriboga también estuvo de acuerdo.
A largo plazo, reformando estatutos, Ribadeneira plantea la posibilidad de convertir al Quito en sociedad anónima. Aquello le permitirá gestionar sus recursos sin la intervención de AKD SA.
La idea de poner en marcha ese modelo no nació de la noche a la mañana. Ribadeneira asegura que en el 2009 buscaron la participación de multinacionales para que inviertan. Hubo tres interesados, pero solo SEK Internacional concretó -invirtió USD 3 200 000-.
Fue esa institución la que mencionó el deseo de convertirse en accionista del Quito y comprar la mayoría de las acciones para gobernar. Pero la figura no trascendió, no lograron convertir al club quiteño en sociedad anónima, ya que la FEF consideró limitaciones legales. “Estábamos convencidos de que ese era el camino”.
Ribadeneira cree que si la FEF daba paso a ese modelo, en el 2009, se habría evitado el franco deterioro de las economías de los equipos. Según los registros, solo siete equipos de los 24 que militan en las series A y B se escapan de la crisis.
Deportivo Quito, con un déficit que podría ascender a los USD 10 millones, es uno de los 17 clubes que vive apuros económicos. Consciente de ese panorama, Ribadeneira dice que ya tiene el plan para empezar el “salvataje”.
El proyecto lo diseñó antes de presentarse como candidato a la Presidencia del Deportivo Quito y se basa en cuatro objetivos: modelo de gestión, ordenar la relación con los jugadores, cuerpo técnico y personal administrativo, solucionar los conflictos de demandas con exjugadores, extécnicos… y el manejo de los acreedores.
Ribadeneira logró condonar el 50% de las deudas con los acreedores fuertes, pero aún están pendientes negociaciones con personas que reclaman dinero que supuestamente les debe el Quito.
Para evitar problemas, Ribadeneira contratará un bufete de abogados. Las personas que se sientan afectadas tendrán que demostrar que prestaron dinero al club. Solo así, se les presentará un plan de pago.
Conociendo el terreno de juego, Ribadeneira y su equipo de trabajo decidieron tomar las riendas del equipo. “Nos dimos cuenta que el desafío es manejable”, admite el directivo que se posesionó ayer 8 de agosto de presidente con 194 votos de los 1 589 socios.
Por ahora, la directiva requiere USD 1 millón para manejar el equipo hasta diciembre. Esa urgencia motivó a Ribadeneira a iniciar acciones legales en contra de SEK Internacional, ya que según él tienen una obligación con el equipo de la que no se ha hecho responsable.
El Presidente aclara que esa institución renunció a un poder que recibieron. “Se fueron en enero del 2010 dando argumentos tontos”. Ribadeneira evitó dar cifras para no entorpecer la negociación.