La fisioterapeuta Marieta Benalcázar se ha ganado el respeto y el cariño de decenas de jóvenes deportistas. Foto: Carlos Augusto Rojas
Al principio la veían con recelo. ¿Cómo iba a una mujer a dar indicaciones y a trabajar en las formativas y reservas del Aucas? Sin embargo, la fisioterapeuta Marieta Benalcázar se ha ganado el respeto y el cariño de decenas de jóvenes deportistas que sueñan con algún día ser las estrellas del fútbol ecuatoriano.
Con casi 30 años y seis meses de embarazo, la mujer pequeña y de tez trigueña permanece atenta en las prácticas para aliviar los golpes y las dolencias de los futbolistas de las divisiones formativas del Ídolo del Pueblo.
Con una gorra y lentes que se tornan oscuros con la luz del sol, ella también les dice a los chicos que acudan a realizar trabajos de rehabilitación o que vayan a fortalecerse en el gimnasio.
“Este es un ambiente lindo para trabajar, sin el estrés de un consultorio. Pero hay que saber poner límites porque si se es muy blanda no hay respeto”, indica la fisioterapeuta quiteña que antes de llegar al Aucas trabajó con el Grecia de Chone.
Uno de sus primeros trabajos los realizó en un consultorio privado al que acudían triatletas y atletas de alto rendimiento. Ahora se desempeña al aire libre, siempre en la cancha alterna del estadio Gonzalo Pozo Ripalda donde se ejercitan las menores orientales. Además, acude a los partidos de estos equipos.
En su experiencia en el fútbol, Benalcázar se ha dado cuenta que la mayor cantidad de lesiones en los jóvenes son los esguinces de tobillo. Esto ocurre, sobre todo, porque los más chicos no se vendan con propiedad los tobillos. “A muchos no les gusta vendarse”, dijo algo molesta la especialista en rehabilitación.
“A veces, hace falta una mujer para equilibrar tanta testosterona. Los profes, obviamente, a son severos y los chicos también tienen sus problemas emocionales”, explicó la quiteña a la que en más de una ocasión se le han acercado futbolistas para comentarle problemas personales.
Por su embarazo ya no ingresa a los partidos de fútbol, pero lo hizo hasta la fecha en que jugaron contra Barcelona Sporting Club. “Este niño ya es futbolista desde la panza. Ahora soy hincha del Aucas, me encanta la garra que tiene este equipo.
A pesar de que no tenemos muchos recursos, podemos mantener el ritmo de otros clubes que cuentan con más dinero”, , añadió.