Alexander Domínguez durante el partido jugado entre la Selección de Ecuador ante Bolivia, en el estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Gustavo Quinteros, entrenador de la Selección de Ecuador, aseguró que su defensa hizo bien su trabajo al marcar a los jugadores rivales lejos de su arco. Así lo sintió Alexander Domínguez, quien pasó desapercibido por las pocas opciones que Bolivia generó en el encuentro.
Los del altiplano apenas remataron seis veces al arco del espigado arquero de Liga de Quito. De todos estos intentos, tres fueron al arco, uno al palo y dos fueron desviado.
Tanta fue la supremacía de la Tricolor, que Bolivia no tuvo tiros de esquina, por lo que Dida no fue exigido.
Pero Domínguez sí se metió en el partido. Festejó cada gol como un jugador más de campo y celebró como un niño el triunfo que le dio a Ecuador seis puntos en el arranque de las eliminatorias.
Dida se arrodilló, alzó sus manos para agradecer a Dios y saltó como un chiquillo cuando Miller Bolaños y Felipe Caicedo anotaron los goles.
Alexander Domínguez durante el partido jugado entre la Selección de Ecuador ante Bolivia, en el estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO