Mike Rodríguez, en el centro, felicitó a sus compañeros por el triunfo.
Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
John García lloró cuando su equipo, Fuerza Amarilla, confirmó su presencia en la Serie A para la próxima temporada. Sus compañeros lo levantaron en hombros, mientras él agradecía a Dios por el ascenso a la categoría de privilegio.
García reunió a los miembros del equipo, se arrodillaron en la cancha y oraron juntos. “Nadie creía en nosotros, solo la dirigencia”, mencionó el futbolista, que llegó este año, para ser el capitán del cuadro machaleño.
Durante su primera temporada en la Serie B, la plantilla no tuvo problemas por falta de entrega de roles de pago ante la Federación Ecuatoriana de Fútbol. El equipo, que contó con un presupuesto de USD 800 000, en el momento no tiene deudas con sus jugadores.
Roberto Mina, delantero del equipo, reconoció que en algún momento se atrasaron con los sueldos, pero cuando eso ocurría, el presidente, Fabián Aguilar, conversaba con ellos y les hacía promesas de pago. Siempre cumplió con su palabra.
Para Aguilar fue difícil mantener al día a la plantilla, principalmente, porque para este año contrató a 14 jugadores, que incrementaron el presupuesto que manejó la temporada pasada (USD 240 000), cuando jugaban en la Segunda categoría.
García y Mina son solo dos de los nombres que se sumaron para darle jerarquía al equipo. Su trabajo lo complementaron Mike Rodríguez, Waldemar Acosta, Jerónimo Costa, Javier Chila… La plantilla la completaron 14 futbolistas de la cantera.
Aguilar supo cuándo cambiar al estratega, para cumplir el objetivo del ascenso. Esta temporada tres técnicos pasaron por la ‘Avispa de Machala’. Alcides de Oliveira, dirigió los seis primeros partidos, pero salió por malos resultados.
Ángel Gracia se desvinculó por una mala racha y en octubre pasado el paraguayo Raúl Duarte tomó las riendas del equipo. Él está invicto en ocho juegos.
Fuerza Amarilla es el equipo que menos perdió en el año.
Los orenses solo cayeron en siete oportunidades y aún tienen la posibilidad de rematar como campeones de la serie B, si gana su último partido, y el Delfín sufre un traspié.
El último cotejo, que lo ganó 4-1 al Olmedo, se jugó sin público, por una sanción impuesta por la FEF. Sin embargo, la hinchada es otro punto importante para el ascenso, ya que promediaron más de 2 700 asistentes por juego de local en el estadio 9 de Mayo.
Como no pudieron entrar, los hinchas se reunieron afuera del escenario, para alentar a su equipo con bombos, cornetas y platillos. Se instaló una pantalla gigante para que los aficionados estuvieran pendientes del juego.
La celebración se extendió hasta la ‘zona rosa’ de la ciudad, donde el nombre del equipo se mencionó en bares y discotecas. El último equipo orense en disputar la Serie A fue Audaz Octubrino en 1999.
Cuentan con un complejo propio, con un extensión de 6,5 hectáreas, donde al momento hay dos canchas reglamentarias de césped natural y dos canchas sintéticas.
El local, que cuenta con una inversión de USD 1,5 millones aún está en construcción.
Está rodeado por plantaciones de banano y por eso el olor a la fruta es característico en el complejo, que está ubicado en el kilómetro 14 de la vía Machala-Balosa.