Minuto 90. El encuentro entre Universidad Católica y Liga de Quito llegaba a su fin con un empate que disgustaba a los albos y alegraba a los ‘camarattas’.
José Espinel, el árbitro central, había pedido a Segundo Jackson Díaz, el cuarto árbitro, que exhibiera en la pancarta electrónica 3 minutos de adición.Entonces, llegó la jugada fatal. Néicer Reasco recuperó una pelota y realizó un pase lateral profundo, tratando de sobrepasar a la defensa católica. Franklin Salas acudió en busca del balón. Lo mismo hicieron Juan Triviño y Óscar Baguí.
Ninguno dominó el esférico, pero el ‘Mago’ cayó y, de inmediato, se retorció de dolor. Sus rivales, pero compañeros de profesión sopesaron de inmediato la gravedad de la lesión y solicitaron la ayuda de los paramédicos.
Salas ya no se levantó y fue sacado en brazos por sus compañeros. Mientras tanto, Espinel decretaba la finalización del cotejo.
La atención de los 6 000 hinchas albos presentes en el estadio se centró en la salud del ‘Mago’, quien es el mayor ídolo blanco de la última generación.
Luego de los exámenes realizados por el Dr. Juan Barriga, la gravedad de la lesión se comprobó: Franklin Salas sufrió doble fractura de tibia y peroné de la pierna derecha, en el tobillo.
“Se dañaron el maléolo interno y el maléolo externo”.
La grave lesión hizo que el doctor Barriga decidiera realizar inmediatamente la operación. Esta empezó a las 16:30 en el Hospital de los Valles.
El ingeniero Patricio Torres, vicepresidente del club, informó que una evaluación preliminar determinó que el delantero albo estará, mínimo, cuatro meses fuera de las canchas.
La operación consistió en colocar un tornillo especial específico para este tipo de fracturas, de ‘bulsión’. El artefacto fue fijado en la parte externa del pie. La intervención duró dos horas y media.