La Casa de la Selección vivió ayer un ambiente casi festivo, antes y durante la foto oficial. Desde una de las habitaciones se escuchó a alto volumen una canción de salsa. El sol radiante, el cielo despejado y un viento refrescante complementaron esta escena.
En otro cuarto, el reggaetón cantado a viva voz por uno de los seleccionados también alcanzó decibeles altos. No se pudo observar quién era, pues solo tuvo la puerta abierta y no se acercó al balcón.
Al pie de las habitaciones un centenar de periodistas, camarógrafos, fotógrafos y aficionados que ingresó, escaneó constantemente con sus miradas a los balcones para ver qué jugador aparecía. Mientras que cuatro integrantes de la Policía los persuadían a avanzar a la zona designada para la foto.
Las puertas del recinto se abrieron a las 10:20. A esa hora, algunos integrantes de la Tri aún degustaban el desayuno en el comedor. Otros estuvieron en sus habitaciones cambiándose. A momentos se asomaron al balcón a ver el panorama. Joao Rojas salió sin camiseta y con el cabello mojado. Adrián Bone y Walter Ayoví estuvieron ya con la vestimenta oficial. A Jefferson Montero se lo vio conversando por teléfono, Adrián Bone posó para una foto…
En la parte baja, los goleros Máximo Banguera y Alexander Domínguez fueron quienes tuvieron mayor contacto con el puñado de aficionados que ingresó identificado con las diversas camisetas de la Tri. Firmaron autógrafos y posaron para fotos, a la vez que conversaban con amigos que llegaron a visitarlos, aprovechando la coyuntura.
Todos lucieron risueños. Transmitieron optimismo antes de tomar posición en el sitio para la foto. A ellos se sumaron Carlos Velasco y Alexis Mendoza, asistentes del técnico Reinaldo Rueda. Ellos también se pasearon por la planta baja y levantaron sus pulgares.
De pronto, la voz de Víctor Mestanza, jefe de Prensa de la Ecuafútbol, alertó a los futbolistas. “Ya muchachos, a la foto”, gritó.
En el ajetreo, el ir y venir de los asistentes, también llamaron la atención las periodistas que habitualmente cubren farándula para sus canales. Se las identificó porque portaban el micrófono con los logos de sus medios. Lucían vestidos cortos y pantalones ajustados.
Otros personajes que generaron interés fueron el alcalde del cantón Pelileo (Tungurahua), Manuel Caizabanda, y la reina de esa localidad, Érika Cerón. Ella portaba la cinta en su cuerpo y el Burgomaestre un poncho negro que hizo juego con su sombrero.
Pero el momento más esperado fue cuando Júnior Sornoza y Fidel Martínez aparecieron con la indumentaria tricolor por primera vez en el combinado mayor. Ambos la defendieron en categorías menores y ahora anhelan debutar en eliminatorias con Rueda. Martínez, incluso, indicó que le gustaría marcar el gol del triunfo sobre los charrúas, mañana (16:00).
Sornoza apareció con la camiseta 22, al igual que Domínguez, que es el guardameta titular. Martínez, en cambio, saltó con la 12, que es la que usa Adrián Bone, otro de los fijos en las convocatorias del estratega caleño. Sin embargo, estos no son números definitivos.
A diferencia del resto de seleccionados, que se sienten casi como dueños de casa por la confianza y la frecuencia con la que son citados, ayer Sornoza y Martínez se presentaron solo para la foto. Sonrieron un instante y desaparecieron de la escena enseguida.
“Uno, dos, tres”, contaron algunos seleccionados luego de posar cinco minutos bajo el intenso sol capitalino. Así se retiraron y se dispersaron, siempre sonrientes.
De inmediato se produjo una conferencia de prensa, en la cual el DT Rueda recibió una chompa jean entregada por el Alcalde de Pelileo. Ese instante sacó sonrisas entre los asistentes, pues hubo bromas con el estratega, Antonio Valencia y Christian Noboa.
Al mismo tiempo, en la parte baja de la entrada principal, Jaime Ayoví, Joao Rojas y Segundo Castillo continuaron firmando autógrafos ante un pequeño cordón policial. Finalmente sacaron a todos.
Ya serios
Tras la foto oficial, para los seleccionados ya era hora de ponerse serios y de atender a la charla técnica.
A partir de ayer el equipo quedó aislado y concentrado para el cotejo de mañana.
El control en la puerta principal de la Casa de la Selección será más estricto.
El cuerpo técnico evitó salir en la foto oficial. Tampoco firmaron autógrafos.
Finalmente, los colaboradores que laboran dentro del complejo solo se dedicaron a su trabajo. Ellos estuvieron serios.