Tras el adiós a Michael Schumacher, Mercedes sólo tiene una alternativa para el futuro: el éxito. La presión sobre el equipo alemán de Fórmula 1 es enorme, porque la jefatura del consorcio ya no tolera más excusas.
La pregunta es con qué rapidez se harán realidad esos planes. Schumacher, siete veces campeón mundial, será hombre de Mercedes aún durante los próximos seis Grandes Premios, pero la era post-Schumi comenzó ya en las “flechas de plata”.
Niki Lauda, en su calidad de futuro jefe del consejo de vigilancia del equipo, habla de un “nuevo principio”. Al fichar al británico Lewis Hamilton por una alta cifra, el jefe de Daimler, Dieter Zetsche, dejó en claro que se acabó la paciencia, que llegó la hora del ataque a la cima.
Cuando la Fórmula 1 se instale esta semana en Japón, los grandes rivales Ferrari, Red Bull y McLaren seguirán con ojos desconfiados los movimientos de Mercedes. El constructor alemán de automóviles, se decidió por la ofensiva tras tres agobiantes años de ahorro de costos y contantes reestructuraciones. “Con la compra de Hamilton, Mercedes ha disipado todas las dudas sobre su entrega por el deporte”, opinó el diario británico “Daily Telegraph”.
Fueron días en los que Mercedes resolvió todo de un plumazo. Tras un larguísimo regateo firmo el contrato básico de la Fórmula 1 hasta 2020, ficho a Niki Lauda como nuevo “motor” del equipo y resolvió la cuestión de los pilotos pendiente desde hacía meses. “Tenemos que aprovechar este momento”, exigió Lauda en el periódico alemán “Die Welt”.
Lauda, triple campeón mundial, había actuado ya con éxito como negociador de Mercedes ante Bernie Ecclestone, y convenció a Hamilton de cambiar de equipo. “El vienés asume un cargo suicida”, comentó el diario de masas suizo “Blick”. Porque el problema básico sigue siendo el mismo: el débil auto, que tantas dudas generó acerca del contrato de Schumacher.
La “flecha de plata” es actualmente el mejor sexto auto en la clase reina. Como en el año próximo la reglas apenas cambiarán, no es de esperar una rápida mejora.
Hasta 2014, con la refoma radical con los nuevos turbomotores, no habrá nuevos desafíos. Pero Mercedes no quiere esperar tanto, y por eso puso en servicio un nuevo súper simulador y aumentó el personal incluso con ingenieros de fama. “Los cambios de los dos años pasados mostrarán efecto en 2013”, dijo el jefe de equipo Ross Brawn. “Lo más importante es ahora que Ross y su equipo se percaten de lo que no marchó bien en ese auto y que construyan uno mejor para el año próximo.
Las posibilidades para ello son buenas”, dijo Lauda a la BBC. Hamilton quizás convenza a Mercedes de que el ascenso e equipo puntero y candidato al título no está demasiado lejos. “Esto significa un notable cambio en la relación de fuerzas en la Fórmula 1”, opino el ex campeón mundial Damon Hill.
Schumacher, contratado hace tres años como asesor, ya no desempeña papel alguno en los ambiciosos planes de Mercedes, por lo menos no como piloto. El ex campeón de 43 años pensará bien antes de firmar un contrato como asesor. Y, en todo caso, existe la posibilidad de que Mercedes y el despedido heptacampeón se encuentren de nuevo en los circuitos en 2014. Como adversarios, por ejemplo, si el alemán firma para Sauber.