El circuito de Mónaco es uno de los más peligrosos para los pilotos. Pero también una ‘joya’ arquitectónica. Está construido sobre las calles de la ciudad-estado y tiene estrechas pistas. Aquí, se realizará la sexta válida de esta temporada del Mundial de Fórmula Uno.
En este circuito hay cerradas esquinas que complican a los corredores. Nelson Piquet describió alguna vez a esta pista como “andar en bicicleta en el living”.
En el trayecto de este circuito se han visto algunas de las carreras más impresionantes del automovilismo, accidentes, curiosidades e hitos de la Fórmula 1.
En 1950, cuando comenzó el Campeonato Mundial de Fórmula 1, este Gran Premio ya era prestigioso. Por eso, fue incorporado al campeonato de manera ininterrumpida desde 1955.
Graham Hill, campeón mundial en 1962 y 1966, ganó cinco veces en Mónaco (1963-64-65-68 y 69). Otros triunfadores: Stirling Moss (1956, 60 y 61) y Jackie Stewart (1966, 71 y 73).
A medida que la Fórmula 1 se hizo más tecnológica, los autos fueron más importantes. Sin embargo, los buenos pilotos siempre destacaron. Ayrton Senna ganó seis veces, Michael Schumacher cinco y Alain Prost cuatro en el circuito. Esta pista ha servido para promoción de películas famosas como Star Wars.
Para el recuerdo también las publicidades especiales de Red Bull: en 2005 promocionaron una película de la serie Star Wars, llevando al mismo Darth Vader a pits y disfrazando a sus mecánicos de stormtroopers durante la carrera. En 2006 promocionaron otra película, Superman Returns, y alcanzaron el tercer lugar con David Coulthard: el piloto escocés estuvo en el podio con la capa del Hombre de Acero, en una inédita (y muy entretenida) movida publicitaria.
Es una carrera especial: lujosa, glamorosa y especial, donde ocurren cosas que no pasan en todo el resto del año. Es verdad que el circuito no permite grandes velocidades ni adelantamientos permanentes, pero creo sinceramente que la F1 no sería lo mismo sin Mónaco.