La presentación del flamante Ford Focus en Ecuador dejó ver el camino que la marca estadounidense se ha trazado para el futuro. Se trata de una estrategia global que pretende crear autos seguros, respetuosos del ambiente y dotados con tecnologías de vanguardia.
Un claro ejemplo de esta filosofía es el nuevo sedán Ford Focus, que CARBURANDO lo tuvo en exclusiva en una intensa prueba de conducción. Lo que primero salta a la vista es su estilizado diseño exterior, con trazos fluidos y aerodinámicos tanto en los laterales como en el frontal. En la parte trasera se destaca la línea del techo que cae en picada al estilo de los cupé deportivos.
[[OBJECT]]
El interior brinda una atmósfera envolvente, gracias a los detalles de la tapicería, el diseño moderno del panel de instrumentos y la consola central y a la comodidad de sus cinco plazas (2+3).
En cuanto a las sensaciones de conducción, cabe mencionar la versatilidad y el alto desempeño derivados del poderoso motor de 2,0 litros que ofrece 160 caballos de potencia y 198 Nm de torque. Un propulsor que trabaja asociado a una transmisión con caja manual de cinco velocidades.
A la deportividad de la conducción, tanto en la ciudad como en la autopista, se suma el estatus de seguridad del nuevo Ford Focus debido a su amplio equipamiento en este apartado: frenos de potencia ABS, dirección asistida eléctrica, suspensión independiente (tipo McPherson), con espirales y barra estabilizadora en ambos ejes, control electrónico de estabilidad, control de tracción y más. En la seguridad pasiva resaltan los siete airbags como equipo de serie.