Así viven la feria de Quito tres aficionados

En la Plaza.  Oswaldo Viteri revisa el libro de  Guillermo Corral,   junto Carlos Mantilla Hurtado (izq.).

En la Plaza. Oswaldo Viteri revisa el libro de Guillermo Corral, junto Carlos Mantilla Hurtado (izq.).

La Feria de Quito 2011 ha puesto a los aficionados taurinos en dos posturas distintas. Los que han asistido a respaldar la fiesta desde los tendidos y los que han querido reclamar, sin acudir a las gradas.

Por ejemplo, alguien que no ha faltado a ninguna corrida es el pintor ambateño Oswaldo Viteri, un aficionado de antaño y que ha preferido vivir la fiesta a pesar de la no muerte del toro en el ruedo.

Viteri empezó a emocionarse con la temporada taurina en Quito, la noche del viernes 25 de noviembre, en el festival de la Plaza Belmonte, en honor a la Virgen Esperanza de Triana.

En esa ocasión, el español Javier Conde brindó su ejemplar y le entregó un cuadro pintado por él mismo. Además, la esposa del torero, Estrella Morente, le entregó a Viteri una flor mientras cantaba en la faena de Conde. Esas imágenes están frescas para el pintor.

“No pensé que eso iba a ocurrir. El torero y su esposa me tomaron por sorpresa, para usar una frase taurina”, relata Viteri.

Sin embargo, aunque el maestro Viteri ha acudido a la Plaza de Iñaquito todos los días, muestra su insatisfacción. “Nos han quitado la fiesta completa. Esto debe volver a la normalidad, es decir tiene que haber la suerte suprema al toro”.

Otro aficionado que coincide con ese criterio es el empresario Roque Sevilla, ex alcalde de Quito, quien no ha asistido a ninguna de las corridas de esta Feria.

“Lo que está ocurriendo este año es una locura. Hablo como aficionado taurino, pero también como respetuoso del 50,8% de quiteños que votaron para que se suspendan las corridas de toros”.

Sevilla, quien se encuentra en las islas Galápagos por estos días, asegura que ha preferido no acudir a la plaza, en respeto a la decisión que se tomó en la consulta popular, de mayo pasado.

“La Ordenanza la hicieron unos sabios que saben de todo menos de toros. Es una decisión de medias tintas, porque es una falta de respeto para unos y otros. No vale la pena por ningún lado”, afirma.

Sevilla asegura que no volverá a la Monumental Quito a menos que “el pueblo de Quito vuelva a votar y decida que hayan las corridas completas, no esta payasada que está ocurriendo”.

Por último, una aficionada que se ha ganado el cariño de los tendidos es Andrea Callejas, la actual Reina de Quito, que ha acudido a casi todas las corridas de esta feria. Ayer, cuando llegó a su palco en la plaza, Callejas recibió un aplauso sonoro, a lo que ella respondió agitando la mano. No ha podido asistir a todas las corridas por sus distintas actividades en estas fiestas. Pero es taurina y lo refleja a través de sus gestos.

“He asistido a la plaza porque soy aficionada desde siempre. En mi familia somos muy taurinos. Además, la Reina debe estar en todos los actos que tengan que ver con las fiestas de la ciudad”.

Callejas prefiere mantener perfil bajo en el tema taurino, porque conoce de la polémica que existe en la ciudad. “He venido por muchos años a la feria y este año iba a asistir, aunque no hubiera ganado el reinado”, señala la quiteña.

Esta es la opinión de tres aficionados a la fiesta brava que confirma la sensación de los tendidos: la Feria de Quito Jesús del Gran Poder no es la misma sin la muerte del toro en el ruedo, algo que los toreros han ratificado durante cada una de las corridas de este año en el coso de Iñaquito.

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