El Fandi, a hombros en Riobamba

La plaza Raúl Dávalos.   Los ecuatorianos Guillermo Albán y José del Río,  y el torero  El Fandi, con poncho.

La plaza Raúl Dávalos. Los ecuatorianos Guillermo Albán y José del Río, y el torero El Fandi, con poncho.

El gran ambiente en las afueras de la plaza y en los tendidos era incomparable. La gente respondió a la taquilla y casi llenó la Raúl Dávalos. Ovación a los toreros en el paseíllo y gritos de ¡Viva Riobamba! ¡Viva Quito! y ¡Libertad!, acompañaron el festejo en el que El Fandi cortó tres orejas, Guillermo Albán, una y José del Río que tomó la alternativa fue aplaudido.

Abrió plaza José del Río, natural de Riobamba, que tomaba la alternativa, recibió a su primero, negro de 446 kilos número 211 con entonadas verónicas ligadas a chicuelinas. Tras un buen par de Calahorrano vino la ceremonia de la alternativa y el nuevo matador dio algunas series con la mano derecha, varios muletazos estimables. Intentos al natural y adornos por manoletinas. Tras dos pinchazos dejó tres cuartos de espada y todo quedó en aplausos.

En el sexto el toro exigía más de lo que la poca experiencia del toricantano podía dar. Pasó el toro crudo en varas pero la res no desarrolló sentido y se rajó pronto. El torero puso voluntad.

Al recibir Guillermo Albán a su primero advirtió un calamocheo molesto que exigió al máximo de su experiencia. Se lució en lances por verónicas y delantales y con la muleta se fue de rodillas. Templado en medio de las dificultades Albán se sobrepuso para cuajar una excelente labor profesional, especialmente por el pitón derecho donde el temple fue la receta y el aguante la marca de unos pases de pecho exigidos y valientes. Tras el adorno por manoletinas la estocada produjo la petición de dos orejas. La autoridad concedió una y la vuelta al redondel fue aplaudida.

El guayaquileño saludó con verónicas al cuarto y dio un quite por chicuelinas y serpentina de remate. Un buen par de Torres precedió a una faena variada por ambos pitones, donde destacó el son de la res que fue el mejor de la tarde. Una media estocada y la tardanza al doblar el toro le valió que perdiera otro trofeo. Dos avisos y ovación fuerte.

El Fandi era esperado con pasión. El público enloqueció en el tercio de banderillas donde se mostró brillante y valiente, como es habitual en la especialidad que domina. La faena de muleta la inició sentado en el estribo y fue de corte derechista entre el entusiasmo general el broche con molinetes de rodillas, y circulares puso todo a punto y pese a pinchar, tras una estocada que derribó sin puntilla consiguió las dos orejas entre el clamor popular.

Con una larga cambiada de rodillas recibió el granadino al quinto, y tras un lucido quite cubrió un excelente tercio de cuatro pares de banderillas superando las dificultades de un toro que venía midiendo y de modo intermitente. El público estalló en ovaciones y se puso de pie. Con la gente a favor aprovechó lo poco que la res tenía, hizo una faena efectista con un cierre de molinetes e interminables circulares. Mató de estocada entera, apenas tendida y tres descabellos. Oreja.

Al finalizar el festejo se fue a hombros entre el entusiasmo.

Suplementos digitales