Roger Federer perdió ante Andreas Seppi y quedó eliminado del Abierto de Australia, el 23 de enero de 2015. Foto: AFP
El Abierto de Australia de 2015 vivió su primer gran terremoto este viernes 23 de enero con la eliminación en tercera ronda del suizo Roger Federer, número 2 mundial, que se vio superado por el italiano Andreas Seppi por 6-4, 7-6 (7/5) , 4-6 y 7-6 (7/5) , en un día donde Rafael Nadal y Maria Sharapova avanzaron fácilmente a octavos.
El adiós de Federer fue un resultado totalmente inesperado, sobre todo porque Federer, campeón en Melbourne en cuatro ocasiones (2004, 2006, 2007 y 2010), había ganado sus diez partidos anteriores ante Seppi, un adversario que se le daba especialmente bien y con el que sólo había perdido un set, en los cuartos de final del torneo de Doha de 2012.
El suizo no caía antes de los octavos de final en Melbourne desde 2001, antes de sus 17 títulos del Grand Slam.
En los últimos diez años, Federer pasó siempre al menos tres rondas en los ‘grandes’, con la única excepción de Wimbledon en 2013, un año desastroso para él. Entonces cayó en la segunda ronda de la hierba londinense contra el ucraniano Sergiy Stakhovsky.
El público australiano se quedó así sin uno de sus grandes ídolos, en una edición donde ya se habían vivido algunos grandes sustos, especialmente con Rafael Nadal y Maria Sharapova en la segunda ronda, donde ambos estuvieron cerca de quedar eliminados ante rivales situados fuera del ‘Top 100’.
Antes del partido, Federer parecía tener un partido asequible ante Seppi. Con los números en la mano, no hay comparación posible entre los 83 títulos del helvético y los apenas 3 del italiano, todos ellos de segunda fila (Moscú y Belgrado en 2012, Eastbourne en 2011).
Pero Seppi, de 30 años y 46º de la ATP, hizo un partido valiente y castigó a Federer con bolas al límite y golpes devastadores.
Antes del partido, Seppi había dicho que era consciente de que ganar era casi imposible y se había fijado como objetivo “disfrutar” del partido.
Y no sólo disfrutó, sino que su tenis sorprendió a todos y Federer, con mucho menos acierto, multiplicó sus errores.
“Hice un mal partido. Me hubiera gustado jugar mejor, pero fue duro perder los dos primeros sets. Tuve oportunidades para volver a engancharme al partido, pero las dejé pasar”, lamentó Federer.