Con la llegada de las máquinas para terminar de acondicionarlas de cara a los casi 9 000 kilómetros de duros terrenos, el Dakar empezó a tomar color en Rosario, a 300 kilómetros de Buenos Aires, que por primera vez será punto de largada de esta tradicional carrera.
Alrededor de 700 vehículos, entre competidores y de asistencia, llegaron al autódromo Juan Manuel Fangio, convertido en el parque de descarga de los vehículos, donde los mecánicos trabajan para ultimar detalles.
La prueba se iniciará el sábado con el paseo desde la rampa frente al Monumento a la Bandera aunque la competencia comenzará el domingo. La ciudad amaneció con calles y avenidas valladas por donde los bólidos harán el paseo previo.
Se espera que una multitud asista a ver el espectáculo. Como ocurrió en Buenos Aires y en Mar del Plata en las ediciones pasadas del Dakar, también Rosario tendrá un Village Dakar, entre mañana y el sábado.
Habrá juegos y muestras de los distintos equipos, patrocinantes y marcas que intervienen en esta edición, en tanto el Ministerio de Turismo Nacional y de la Municipalidad rosarina instalaron carpas gigantes, con programas artísticos y actividades para los visitantes.