El escándalo por adulteración de identidades vuelve a preocupar a la dirigencia nacional

Burbano denunció tres casos, todos ellos supuestamente generados en Esmeraldas. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Burbano denunció tres casos, todos ellos supuestamente generados en Esmeraldas. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Burbano denunció tres casos, todos ellos supuestamente generados en Esmeraldas. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

La denuncia que presentó Xavier Burbano, miembro del Consejo de Participación Ciudadana, reabrió el debate sobre la adulteración de identidades en el campeonato ecuatoriano.

La problemática se mantuvo en perfil bajo durante más de un año. Retomar el tema genera preocupación en dirigentes. Carlos Alfaro Moreno, vicepresidente de Barcelona Sporting Club, sabe que esta es una problemática que se arrastra desde hace años, sin que hasta el momento haya una vía efectiva para erradicarla.

Alfaro, que es el encargado de las formativas y las academias toreras, cuenta que para evitar que esa “mafia” ingrese a su club, realizan exámenes y un proceso de investigación interno, antes de aceptar o promover a algún jugador.

En su denuncia, Burbano resume que los futbolistas son los más perjudicados en estos casos. “Ellos son considerados víctimas, a pesar de que conozcan el ilícito y accedan a colaborar”, dijo el funcionario.

Oswaldo Crespo, presidente de la Comisión de Investigación de la Ecuafútbol, reconoce que existe un delito, propiciado por personas que se aprovechan de la pobreza de los aspirantes de futbolistas, para obtener réditos económicos.

Crespo resaltó los esfuerzos que realiza su comisión para erradicar este mal. Ellos tienen pleno conocimiento de los 10 casos que investiga Burbano. Así mismo, aclaró que los jugadores que señala el funcionario público en su denuncia, ya fueron sancionados por el organismo.

Así mismo, el directivo aclaró que la FEF realiza investigaciones todas las semanas, para descartar que esos problemas se repitan. Para ello mantienen un convenio de cooperación con el Registro Civil.

El escándalo del año pasado, cuando se suspendió a tres jugadores, incentivó a los dirigentes a suspender y posteriormente eliminar la norma de contar con un juvenil en cancha, durante 45 minutos, en los partidos de la serie A.

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