Preparador físico de LDU: ‘Liga creció en lo físico y en lo psicológico’

Entrevista a Roberto Teixeira, preparador físico de Liga de Quito. Foto: David Paredes/ EL COMERCIO.

Entrevista a Roberto Teixeira, preparador físico de Liga de Quito. Foto: David Paredes/ EL COMERCIO.

Entrevista a Roberto Teixeira, preparador físico de Liga de Quito. Foto: David Paredes/ EL COMERCIO.

Roberto Teixeira es el preparador físico de Liga de Quito. Nació el 21 de agosto de 1960 en Tacuarembó, Uruguay. Trabajó en clubes de Uruguay, México, Arabia Saudita, Paraguay, El Salvador y Emiratos Árabes Unidos. En el 2014 llegó a Ecuador, al Independiente del Valle.

Tendrán que jugar dos partidos intensos en la final. ¿Qué evaluación hace del rendimiento físico de los jugadores?

Estamos bien. En la segunda etapa, la cantidad de partidos y los viajes internacionales generaron que algunos jugadores tuvieran problemas musculares. Si hacemos un recuento total, lo positivo es el desempeño de la plantilla. Es un torneo largo, de 44 partidos. A eso hay que sumarle los cotejos de Copa Sudamericana. Ante esto, el cuerpo no resiste. No todos logran asumirlo de la mejor forma. Otros sienten el cambio de clima y eso les afecta.

Tuvieron pocas lesiones musculares, pero hubo casos de rotura de ligamentos, hechos más graves...

Tuvimos lesiones graves como las de Ánderson Ordóñez, Horacio Salaberry y Djorkaef Reasco. Son fatalidades del fútbol y ante eso poco podemos hacer para evitarlas desde el cuerpo técnico.

¿Cómo lograron que la seguidilla de partidos no tuviera efecto negativo ?

Por la planificación que hemos tenido todo el año. Cuando tuvimos la seguidilla de partidos, intentamos tenerlos recuperados, descansados y bien alimentados. La clave fue que el jugador sintiera la carga de trabajo en los partidos y no en los entrenamientos.

Al cuerpo técnico al que usted pertenece no le gusta hacer muchas rotaciones en las alineaciones. ¿Por qué?

Nosotros como cuerpo técnico tenemos una política clara de trabajo. Consideramos que los futbolistas deben jugar la mayor cantidad de partidos en el año. Esto es lo que le da al futbolista la posibilidad de crecer en lo profesional. No tuvimos mucho recambio en algunos puestos y así nos tocó enfrentar dos frentes. Lo que sí respetamos siempre fue la planificación y los trabajos dirigidos a los jugadores como tareas diarias.

¿Qué tipos de tareas?

Después de tomar el desayuno, todos pasan al gimnasio y ahí cada uno tiene su rutina diferenciada. Eso es prácticamente todos los días. Hacen trabajos individuales de tonificación y de prevenciones. Con eso hemos logrado mantener un porcentaje alto de jugadores que no se han lesionado.

Hubo jugadores que debutaron y no desentonaron. El juvenil Kevin Minda es un claro ejemplo.

Sabíamos desde que llegamos al equipo que cuando Kevin Minda jugara no iba a desentonar. Tiene condiciones y es muy serio. Cuando él estuvo en cancha, en el equipo nos sentimos tranquilos. Nos pasó también cuando se lesionaron Ordóñez y Salaberry. Entró Hernán Pellerano y lo hizo de la mejor forma. No hubo sorpresas, porque sabíamos cómo trabajan y qué pueden dar al equipo. Eso nos permite estar tranquilos antes de enfrentar las finales.

¿Cuánto cambió este equipo con respecto al del año pasado?

El aspecto físico está marcado por lo psicológico. El año pasado, cuando tomamos el equipo, nos encontramos con una plantilla que estaba con problemas de resultados. Con nosotros, psicológicamente el equipo fue creciendo y madurando. Este año, sin duda, ha sido distinto, porque nosotros armamos la planificación anual y el equipo. Se hizo una pretemporada acorde con lo que queríamos y además hubo resultados que alzaron el ánimo del equipo.

¿Cuál fue la clave para haber terminado primeros en la tabla acumulada?

Solo perdimos un partido en la Costa este año. Solo fue un partido con el Delfín. De ahí empatamos y ganamos en canchas duras con las de Guayaquil. Ante Emelec y Barcelona les ganamos acá y allá.

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